18-octubre-82/Diar¡o 16
F. R.
Libertad de expresión
Cuando se filtró en algunos medios políticos que este periódico disponía del organigrama que hoy se
publica en rigurosa exclusiva estuvimos sujetos al consejo, la conminación, el reproche, la insinuación y
hasta la amenaza para que no se publicara. Como es lógico, los mensajes llegaron desde diversos ángulos,
algunos de ellos completamente diferentes y alejados entre sí. Supimos, por ejemplo, que el Partido
Socialista Obrero Español lo conocía desde hacía varios meses. Supimos y tenemos conciencia de que en
ese organigrama aparecen ciudadanos libres de toda sospecha y que e! hecho de estar su nombre allí
puede incluso ser una maniobra para contar con un arma arrojadiza en un momento determinado.
También supimos que no eran, ni mucho menos, todos los que estaban, ni estaban, ni mucho menos
tampoco, todos los que son. Y que muchos ciudadanos libres de toda sospecha, incluso tenidos por tales
desde los sectores más estrictos de la Policía, aparecían en el organigrama. Pero, junto con la amenaza y
los reproches, recibimos la llamada de Luis Solana, ciudadano absolutamente libre de toda sospecha, cuyo
nombre aparece en el organigrama, quien, además de asegurar que jamás se había entrevistado con. el
teniente general -González del Yerro, dijo que comprendía perfectamente que Diario 16 hiciese pública su
información. Seríamos injustos si no resaltásemos esta actitud en un político que en lugar de ver
fantasmas manifiesta su respeto por la libertad de expresión. Y si alguna vez tuvimos alguna duda sobre
la publicación de esta información, las amenazas, por un lado, y la actitud respetuosa de Luis Solana, nos
las eclipsaron por completo.