PIDE UNA LEY JUSTA (para el divorcio)
Señor director:
El tema del divorcio apasiona a los españoleé y la tardanza de su implantación les desespera.
En el periódico «El Alcázar» he leído que la, Iglesia católica no puede aceptar el divorcio y que en una
sociedad pluralista—según afirma el secretario del Tribunal de la Rota—convendría someter el tema a
referéndum, á lo que se opone, en PUEBLO, el reverendo padre Antonio Aradillas. Esté tiene razón,
porque no es una ley de divorcio más o menos caprichosa la que pide el país, sirio una ley que condene
las injusticias, y para eso no hace falta ningún referéndum. Únicamente 3a ley que libere a los cónyuges
de sentirse abandonados, de la sevicia y de tantos otros delitos que obligan a vivir en la mayor
desesperación.Una ley—repito-que. permita á´ esas personas ser libres y rehacer su vida.
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Los que hacen «pintadas» censurando una aspiración tan justa deberían dedicarse a otra cosa. Si ellos
no -admiten el divorcio no por eso pueden obligar a los demás a qué piensen lo mismo.
Asi, pues, abogo por la ley de divorcio sin referéndum. Ya los legisladores se encargarán de que con ella
se proteja á la familia y no la destruya, como anuncian los agoreros de siempre.
Cordialménte le saluda
Antonio L CAÑETE