EL MATRIMONIO CANÓNICO DEBE EXCLUIR EL CIVIL
EN un programa político que leí recientemente de uno de los partidos demócrata-cristianos me enteré que
propugnaba por el matrimonio civil obligatorio para los que lo contraían canónicamente, lo que me
sorprendió.
La Iglesia—como se dice en la Declaración "Gaudium ét Spes" del Concilio Vaticano II, número 76—,
que por razón de, su, misión y de su competencia´ "no se confunde en modo alguno con la comunidad
política ni está ligada a sistema político alguno, es a .la vez signo y salvaguardia del carácter trascendental
de la persona humana".
No parece que a la Iglesia, sobre todo hoy a la española,-le plazca que haya partidos confesionales que
puedan interpretar erradamente en el programa político que postulan el verdadero «redo, evangélico,
como en el caso arriba expresado.
Así el presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Tarancón, en carta publicada «n "Iglesia en
Madrid" (27-11-1977), dice: "... un partido que se presenta como confesional —cristiana—siempre ofrece
el peligro de que sea considerado cómo portavoz de la jerarquía o como la expresión genuina —la
única—del Evangelio. Lo cual sería sencillamente funesto, la Iglesia no debe dar la impresión de que se
vincula a un determinado partido ni que ambiciona el poder para imponer sus postulados evangélicos".
EN la LXII Reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal, proclama en su
Declaración IV, "Ante las próximas elecciones", que "a nadie ie es lícito arrogarse . en exclusiva a favor
de. su parecer político la autoridad de la Iglesia. Desde el ámbito de la fe cristiana caben diversas
opiniones políticas con tal de que no sean opuestas, ni en programas ni en métodos de acción, a los
contenidos evangélicos."
Sí debe aconsejar sit. apoyo a los partidos de inspiración . cristiana y hasta negar su apoyo (Declaración
"IV, citas números 5 y 6) a partidos "o programas incompatibles con la fe, como, por ejemplo, los que
niegan los. derechos y las libertades del hombre los que propugnan la estificación´de la enseñanza contra
el derecho de los.,padres a . elegir la. escuela que prefieren para sus hijos; los que hacen del lucro él
motor esencia] y exclusivo del progreso económico; de la concurrencia, la ley suprema de la economía y
de la propiedad privada de los medios de producción con derecho absoluto...", no debiendo colaborar los
cristianos´ "con los que emplean la violencia, el odio y la mentira para conseguir sus fines."
OMITEN los "prelados en las Declaraciones de la aludida Reunión el tratar sobre ,1a legislación civil de)
matrimonio, para hacerlo, sin duda, más adelante, con más detenido -estudio doctrinal, y efectivamente
en. la nota de la Comisión para la Doctrina de la Pe. Dubl´cad.a en la prensa diaria de Madrid el día 8 del
corriente mes de mayó; así lo afrontan sobre la estabilidad del matrimonio, y consiguientemente hacen
suya la doctrina sentada por 1a Iglesia diesde el Concilio de Trento, sobre su indisolubilidad.
Y aunque no pretende que los católicos se sientan obligados al matrimonio canónico por imperio de la
ley, estiman innecesaria para los casados canónicamente celebrar la ceremonia civil.Así dice la Comisión
Episcopal: "Teniendo en cuenta que notable parte de nuestros conciudadanos c o n-traen matrimonio
según la Iglesia, ésta considera que el reconocimiento civil del matrimonio canónicamente contraído es
una opción legítima y realista avalada por nuestra tradición católica. Así parece exigirlo, además., el
mismo carácter público de la Iglesia:.."
HAY quien no da importancia el´ tener que reiterar la ceremonia nupcial por vía. civil, y sí la tiene,
como luego demostraré.
No es, pues, aceptable para un católico este axioma preconizado en la prensa por un jefe de un partido
socialista: "Corresponde... al Estado la regulación jurídica ,del matrimonio y deben ser los tribunales ordi-
narios los que tengan competencia exclusiva sobre las causas .matrimoniales."
Ello puede ser un atentado a la conciencia de la mayoría de los españoles "que son católicos, al prescindir
de los efectos ´civiles de] matrimonio canónico.
Y aunque el Estado no sea, confesional, sino liberal y democrático, no debe imponer e) matrimonio civil a
los casados en la Iglesia, pues entonces pudiera aquél establecer impedimentos dirimentes en vez de
inipedientes, así como el de consaguinidad entre parientes en tercero y cuarto grado civil, por razones
simplemente de mejoramiento étnico. La Iglesia católica los dispensa a los que se aman y se quieren casar
canónicamente,- y .si se celebra el matrimonio canónico, sin poder contraer el civil´, sus hijos serían
ilegítimos.
ENTONCES si uno de los cónyuges´, poco escrupuloso, obtiene el-divorcio—supuesto que lo
establececiera el Estado— contra la voluntad del otro y se casa nuevamente por vía civil—por la canónica
no es posible—y tiene hijos.en ambos matrimonios, los del matrimonio canónico, pese a su relación en el
tiempo,´a lo más serían hijos naturales reconocidos; los del civil obtendrían efectos hereditarios
económicos de mejor alcance que los hijos habidos de matrimonio canónico. Dejo el comentario a
discreción del lector.
Si en el matrimonio civil se impone obligatoria mente el aborto, una vez tenidos dos o más hijos, ello
atentaría á la libertad de conciencia de los cónyuges, si aquel se instituye también para los católicos, que
son conscientes del "in primordial del matrimonio.
En tal caso se promovería la desobediencia a la autoridad de la ley laica por parte de los padres y también
de los facultativos católicos (médicos y comadronas), ya que según San Pedro y demás Apóstoles,
replicaron al -Sumo Sacerdote en el Sanedrín, al reprocharles su labor proselitista, c, - e hacían en nombre
de Cristo: Es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres" (Lucas, Hechos, V, 29).
Y así reconoció el Santo Padre Pío XII en una audiencia que dio en el Vaticano a facultativos sanitarios,
que ejercían; la obstetricia.
EL lector, concluirá conmigo aceptando el título de este artículo como apotegma indiscutible.
Sabino ALVAREZ GENDIN
Catedrático y Magistrado