LAS AMBIGÜEDADES ELECTORALES
DICE Joaquín Garrigues Walker, en A B C del domingo pasado, que soto «e te plantearía a UCD tí
formar un Gobierno de coalición en el caso de que obtuviera el 1 de marzo algunos diputados menos de
los que tenia en la anterior legislatura. Pero también se le planteará aunque cuente con los mismos, pues
esa era la dificultad insalvable con que se encontró Suárez para lograr la investidura y por eso optó por
convocar las actuales elecciones.
Está bien que en una etapa electoralista Joaquín Garrigues sostenga que no piensa ahora UCD en
coaliciones, y que cuando un partido tiene este propósito realiza la coalición previamente a las elecciones.
Sin embargo, forzosamente se han tenido que plantear en UCD el escaso porcentaje de probabilidades
favorables de conseguir el 1 de marzo la mayoría absoluta y, por tanto, la consiguiente necesidad de una
posterior coacción.
Entonces, ¿por qué mantener esa casi Inevitable decisión como misterioso arcano? Seguramente para no
perder voto* ni a la izquierda ni a la derecha, declarando anticipadamente hacia dónde se Indinará UCD
para tener mayoría en el Congreso; si pactará con el PSOE o con Coalición Democrática. Claro que, ante
lodo, dependerá de la fuerza que la CD pueda reunir. Esta incógnita es la que únicamente fus-tífica, el
luego pokeriano de UCD. Porque no es plausible pedir tos votos de la derecha para luego desarrollar la
Constitución con un modelo socialdemocrata, o conseguir en (as urnas unos votos soclaldemócratas para
entregárselos a la democracia cristiana.
L« ambigüedad —no «oto de UCD— en esta campaña electoral es poco aconto con «I sistema
democrático, puesto que gran parte del pueblo soberano va a volar dn saber cómo será manipulada su
voluntad, «a posterfori», por loa dos grandes partidos, ya que en ¿I PSOE tampoco sa aclara cuál de las
dos tendencias predominará: si la marxista o la socialdemócrata. Aquí radica el peligro da las
bstenciones. O ia succión de voto* por el Partido Comunista y la Coalición Democrática.
El origen de toda esta ambigüedad sa encuentra en que tanto el PSOE como UCD son una especie de
magmas que aún no se han consolidado. No cabe duda da que nuestra democracia está en periodo da
formación, con todos tos peligros que ello entraña Cuanto antes clarifique la UCD su posición, mejor aera
para la tranquilidad de cuantos conflan en elta.— EL CONDE DE MONTARCO (Empresario).