Así es y así piensa
ROSA POSADA
Candidata al Senado por Madrid
Una copla de zarzuela.— No sabe correr, pero es buena nadadora.—Chopín, las flores y los
pintores impresionistas.— Especialista en temas europeos.— Desintoxicación
política.— Quince libros hacen cola.
Recuerdo que entre los discos de zarzuelas, que ponían en el gramófono de mi casa cuando yo
era niña había una de «Gigantes y cabezudos» donde cantaban aquello de que si las mujeres
mandaran en vez de mandar los hombres, serían balsas de aceite los pueblos y las naciones.
Viendo y escuchando a Rosa Posada se queda uno convencido de que lo qué se dice en esa
copla es la pura verdad. Su voz es suave y sosegada, como me cuenta que fue su infancia en
una familia madrileña de clase media como tantas otras, y hay una palabra en la que pone
especial énfasis para definirse a sí misma.
—Soy una mujer muy pacífica.
Rosa Posada ha sido lo que quiso ser. Eligió su camino pisando la realidad. No le gustaban las
ciencias. Consideraba que Filosofía y Letras era una carrera formativa, pero con el ejercicio de
la enseñanza como salida principal y ella no sentía esa inclinación. Se matriculó en Derecho.
Hoy está muy satisfecha con su profesión de abogado. Se pasa, a lo mejor, más de diez horas
seguidas sentada en su mesa de despacho y no se cansa.-Está especializada en Derecho
Canónico. Separaciones matrimoniales.
—Desde hace muchos años. Por eso creí que a mí no me ´ tocaría nunca. He sido la primera
sorprendida.
Rosa Posada está separada de su marido. Ni hace ostentación de ello ni lo oculta. Y se da el
caso curioso de que los dos son candidatos en estas elecciones, aunque militan en partidos
distintos.
A Rosa le llegó su vocación en la Universidad. Rodeada de un montón de jóvenes sanos y
despistados que, según ella, están deseando encontrar unos valores que les muevan. Vivió una
primera época tranquila. Cuando cerraron el viejo caserón de San Bernardo y se trasladaron a
la Universitaria. Realmente estudiaban y se divertían en pandillas. Hasta que llegó el día en
que discriminaron a unos profesores que ella admiraba y se reveló contra lo que le parecía
tremendamente injusto.
Nacieron las tensiones. Zurras. Mangueras de agua. Aquello no le gustó absolutamente nada.
Un día le golpearon en la espalda y le hicieron daño. No lo entendía.
—La violencia me produce pánico/Terror. Me paraliza. No sé correr. Me quedo parada. Me
horroriza la masa.
Rosa es una mujer muy femenina, en el más profundo sentido.
No sólo por su atractivo físico, sino por sus gustos personales. Tiene una casa cerca de El
Escorial, donde cultiva su huerta y planta sus flores. Le gusta la música melódica, sobre todo
interpretada al piano, y más aún si lo que suena es Chopín; Enamorada de los impresionistas,
ha pintado y piensa volver a pintar. Echa de menos aquellgs comedias del cine inglés, que ya
no se hacen.
Tan femenina es, en el más auténtico sentido, que para ella lo más importante es ser • madre.
Cuando llega a su casa, después de las complicaciones del día, y ve a los enanitos, como
llama a los pequeños Pablo y Jaime, de cuatro y dos años, piensa que vivir vale la pena. Los
dos mayores —Rafael y Mónica, doce y once años— son sus mejores amigos. Juntos salen los
cinco dé casa por las mañanas, cada uno a su ocu-
van juntos los cinco de aperitivos. Si es verano pasan todo el rato que pueden en remojo,
porque son buenos nadadores y Rosa hay pocas cosas que le apetezcan más que un buen
chapuzón después de un partido de tenis.
Mujer, mujer, sabe que hay un sitio para, ella en la política. Que todas las mujeres lo tienen.
Porque ellas deben estar también en la política. Ni con más importancia ni con menos que en
otras actividades. Porque la presencia de la mujer es tan necesaria como la del hombre en
todas partes. En Unión de Centro Democrático lleva las relaciones exteriores con partidos
extranjeros, como especilista de temas europeos.
—He encontrado mi sitio en UCD, porque considero que es el partido capaz de realizar la
sociedad de concordia y de paz a que aspiramos los españoles.
¡Cómo le gustaría disponer de una bola de cristal en la que se reflejara el futuro de
está convencida de que es bueno ir a una elecciones generales cuanto antes. Para que
sepamos que contamos con cuatro años para crear con método la democracia. Con posibilidad
de hacer planes a corto, a medio y a largo plazo. Para´ no improvisar sobre la marcha.
—No habrá que hacer tanta política de medios, ni de calle. Cada uno tendrá que trabajar en lo
que le toque, porque la desintoxicación política es necesaria para el país, que está cansado de
tanto esperar una normalidad pacífica de libertades constructivas.
Es de noche. Hace ya unas cuantas horas que es de noche y Rosa Posada está cansada
también de una jornada muy larga. Pero no se puede dormir sin leer antes un rato. Su autor
favorito es la novelista francesa existencia-lista Simone de Beauvoir. Pero —auténtica
devoradora de libros— su criterio es amplio y muy variados los temas que le atraen desde las •
páginas cíe las novelas y las biografías, sus géneros literarios preferidos. •
Se le cierran los ojos. En su mesilla hay más de 15 libros esperando turno. Sabe que por la
mañana le costará madrugar, pero se duerme pacíficamente —siempre lo pacífico en sus
labios, como sustantivo, como adjetivo o como adverbio— sin renunciar nunca a cumplir con su
ideal al día siguiente: tener una vida armónica.
José Javier ALEIXANDRE