Carandelario
Oro y brillantes
La letrado Francisca Sauquillo, candidata a la Alcaldía de Madrid por ORT-PTE, ha tenido en este largo
fin de semana un protagonismo similar sólo al de las Fallas de Valencia. Paquita acaba de interponer una
querella contra doña Esperanza Ridruejo, más conocida por Pitita, en las tardes de los «ecos de sociedad»
madrileños, por su negativa a restaurar y sus propósitos de derribar un inmueble propiedad suya,
clasificado de «elemento singular» en el catálogo histórico artístico de Madrid. El domingo por la
mañana, Paquita Sauquillo apareció sentada en la tribuna del Rayo Vallecano, junto a su presidente,
durante el partido Rayo-Español de Barcelona. Era la primera vez que una mujer, como personaje político
y no como acompañante de un ilustre marido, ocupaba el sitial de honor de una tribuna futbolística.
Lástima que el Rayo Vallecano, que, como se dice en fútbol, había hecho lo más difícil con este que
podríamos llamar «estreno mundial», no supiera hacer lo más fácil. En efecto, mientras agasajaba a
Paquita Sauquillo en su tribuna, el Rayo concedía la «medalla de oro y brillantes» a otro candidato, el
ucedista don José Luis Alvarez, por sus esfuerzos en favor de la futura Ciudad Deportiva rayista.
Si se tienen en cuenta los desvelos de Paquita Sauquillo en favor del patrimonio histórico-artístico, o bien
los directivos del Rayo debieron esperar a otro día para dar la medalla a Alvarez, o nunca Paquita
Sauquillo debió salir de su tribuna sin medalla.—
Luis Carandell.