EL SECTOR CONSTRUCCIÓN: SITUACIÓN ACTUAL Y MEDIDAS DE ACTUACIÓN URGENTES
La industria de la construcción es uno de los sectores de mayor importancia económica dentro del
contexto general, como lo demuestran los siguientes hechos: la producción de la construcción supone,
aproximadamente, un 11 por 100 del producto nacional bruto a precios de mercado; su valor añadido
bruto ocupa el primer lugar dentro de las actividades secundarias; absorbe alrededor de un 8,5 por 100 de
la población activa total; aproximadamente un 50 por 100 de la inversión total del país se canaliza a
través de la industria de la construcción, y, finalmente, al ser demandante de toda clase de materiales, la
construcción se presenta como un sector de decisión clave para la política económica del país.
No obstante, la situación actual del sector se puede calificar de muy grave. Es amplia y compleja su
problemática. Así:
EL mercado de obra nueva es escaso y regresivo, como consecuencia de la falta de fondos
presupuestarios de los organismos públicos inversores y de las dificultades Inherentes a la falta de
demanda y de capacidad de pago de los promotores "de la edificación turística, industrial y comercial.
Otro hecho que hace prever idénticas consecuencias regresivas e.s que hasta el momento la actividad
constructora de viviendas libres y edificios de usos; varios aumentó por la aparición de un mercado
paralelo al normal, de índole especulativa: la retracción general de la actividad económica y de las
cotizaciones bursátiles en particular han destinado gran parte de los fondos a activos inmuebles (suelo y
edificación) de revalorización garantizada, como lo demuestra el que los precios de edificios en los
núcleos urbanos han aumentado alrededor de un 40 por 100 en poco más de un año. En la actualidad este
dinero especulativo se ha agotado ya y esta actividad entrará en recesión, pero probablemente no ocurrirá
lo mismo con el mercado del suelo urbano, cuya insuficiencia es de todos conocida.
También se teme una regresión en la construcción de autopistas de peaje, como consecuencia de la
revolución de los precios energéticos, que obliga a reexaminar las prognosis de tráfico y la rentabiliad
de la inversión, así como por suficientes dificultades en la adquisición de crédito o capital exterior,
prácticamente anuladas hoy, y haberse agravado el retorno de intereses, beneficios y capitales
desvalorización de la peseta.
LAS empresas están sufriendo un fuerte deterioro financiero por extraordinaria deuda acumulada con los
bancos, y su repercusión en los costes financieros, y por las deudas acumuladas de sus clientes, entre las
que hay que destacar, por su importancia, la contraída por la Administración con las empresas agrupadas
en SEOPAN (Asociación de Empresas Constructoras de Ámbito Nacional). que asciende a más de 37.000
millones de pesetas. Aunque la causa fundamental de la existencia de dicha deuda es la insuficiente
consignación presupuestaria que han tenido y tienen los principales departamentos inversores, colaboran
en este endeudamiento de la Administración las modificaciones de los proyectos y la revisión de precios
durante la ejecución de los mismos, así como el contratar obras con pequeñas anualidades en los primeros
años del contrato, concentrando el fuerte volumen (le pago en el último año del plazo de ejecución.
— Existe un gran volumen de paro laboral; hay más de doscientos mil parados en el sector de la
construcción. Esto supone que más del 40 por 100 del paro nacional no agrícola corresponde a la cons-
trucción.
— El coste de la construcción se ha elevado durante 1976 a un ritmo que supone más del
doble que el reflejado en el sino 1975 (estimándose superior al 30 por 100).
— Se está produciendo la descapitalización del sector al decrecer la compra de maquinaria. Una en-
cuesta verificada entre las mayores empresas del país arroja la siguiente evolución de las compras, en
términos reales:
La industria de la construcción es uno de los sectores de mayor importancia económico dentro del
contexto general, presentándose como un sector de decisión, clave para la política económica del país
la situación actual del sector se puede calificar de muy grave:
— El mercado de obra nueva es escaso y regresivo.
— Las empresas están sufriendo un fuerte deterioro financiero.
— Existen más de 200.000 parados en el sector.
Se estima un recesión de la actividad constructora en 1977 sobre 1976 de —10 por 100
Se impone adoptar, con carácter urgente, una serie de medidas encaminadas a paliar la difícil situación
LAS perspectivas para los "próximos años no son precisamente optimistas, puesto que:
— Los presupuestos generales del Estado se hallan muy comprometidos por las anualidades
diferidas, obras en curso, así como la deuda contraída con las empresas constructoras y propietarios.
— Se teme una posible abstención de los promotores de ciertos tipos de viviendas.
—La construcción i n d u s tr i a 1 cuenta con proyectos ambiciosos, de gran volumen, pero su número es
escaso,
— L,a restante edificación, íntimamente unida a las anteriores, evolucionará en concordancia con
las mismas.
— Y, según estimaciones realizadas, cabe esperar una variación de la actividad constructora en
1977 sobre 1976, aproximadamente de un —10 por 100 en pesetas constantes:
De cumplirse tales previsiones, una consecuencia inmediata para el sector construcción podría ser la de
aumentar en más de cien mil el número de parados y la desaparición de algunas empresas constructoras,
lo que supondría, a su vez, un tuerte impacto recesivo para la economía del país.
SE impone, por tanto, adoptar, con carácter urgente, una serie de medidas encaminadas a paliar la
difícil situación del sector.
En este sentido sería conveniente:
— Ampliar los fondos presupuestarios de los organismos públicos inversores para poder atender
simultáneamente los siguientes objetivos:
Nueva contratación.
Anular las anualidades diferidas de las obras en curso.
Atenuar sustancialmente la deuda de constructores y propietarios expropiados.
— Ampliar el crédito público y privado para vivienda y edificación complementaria, de forma que
se pueda atender simultáneamente a la vivienda social y restante promoción. Podría ampliarse
con la introducción en el mercado de dos instituciones, que en todo el mundo son las que
principalmente financian la vivienda: compañías de seguros y mutualidades.
— Procurar que los índices oficiales de revisión de precios se adapten lo más fielmente
posible a la realidad.
— Eliminar la nueva contratación con anualidades diferidas.
Joaquín SISO CRUELLAS
(Doctor ingeniero y arquitecto.)