La tentación bipolar
LA llegada a Catalunya de los máximos dirigentes estatales de UCD y PSOE no es en esta
ocasión un simple trámite solidario como un recordatorio de los vínculos que unen a buena
parte de los votantes catalanes con otras zonas del Estado español. En esta ocasión la batalla
del 20-M es decisiva para ¡a correlación de fuerzas a nivel de Estado, decisiva para la
supervivencia del actual Gobierno, decisiva para el equilibrio bipartidista que se ha tratado de
fomentar desde la aprobación de la Constitución.
Los líderes de UCD y PSOE van a poner toda la carne en el asador catalán. Suárez sabe que
un revés de UCD en las elecciones catalanas representa la tercera estación de un vía crucis de
derrotas que se inició en Andalucía. Felipe González es consciente de que la consolidación de
la mayoría PSC-PSOE en Catalunya compensaría el descalabro relativo sufrido por el Partido
Socialista de Euskadi.
No están los dos en la misma posición. Suárez se mueve a la defensiva. Felipe González
conserva recursos de ataque en relación directa al deterioro de UCD. En el fondo, en el fondo
se trata de bipolarizar el voto catalán, frente al previsible crecimiento de Convergencia y la
presumida continuidad de voto PSUC.