VAMOS a votar con ponderación, sopesando cuidadosamente las distintas opciones, los
programas de gobierno que ofrecen y los hombres que las representan, a fin de apoyar la
alternativa que sea mas afín a nuestro propio entendimiento de los problemas de la vida
comunitaria y de las soluciones posibles.
Vamos a votar con tranquilidad, sin históricos alardes que a nadie benefician; sino, por el
contrario, con la discreción y mesura que reclama un hecho trascendente, con respeto e incluso
cordialidad a quienes opinan de manera distinta y dan su voto a otras opciones. Que no haya
altercados en los colé, gios electorales y, si algunos se producen, que quede bien claro quiénes
rechazan las urnas, esto es, quiénes no tienen mejores razones para el amordazamiento de los
demás.
Vamos a votar sin miedo porque no hay ninguna razón para que subsista. La voluntad
democrática del Gobierno es clara y se ha traducido en hechos: legalización de los partidos,
excarcelación de los presos políticos. No habrá marcha atrás en el proceso, por. que la
voluntad de la Corona ampara la libertad de ca. da ciudadano y de todas las ideologías.
Vamos a votar con ilusión, sabedores de que el voto sí que vale para alao, incluso para mucho.
Hemos dejado atrás las viejas patrañas de que «todos los políticos son iguales o de «yo a lo
mío y que no me hablen de política». El país es nuestro y, de igual manera que lo
enriquecemos y desarrollamos con el traba, ¡o de cada uno, vamos a mejorarlo
ilusionadamente con nuestros votos.
Vamos a votar, a dar nuestra voz y nuestra ayuda de ciudadanos libres, a los políticos que
consideremos más honestos, más preparados, mejor dotados para la difícil tarea del Gobierno.
En el Ejecutivo o en el Par lamento, no van a tener otra fuerza que la emanada de nuestros
votos y les pediremos cuentas de lo que hagan con la confianza que ahora les vamos a otorgar.