La deserción del presidente de la Yemaa, un duro golpe para los saharauis
Por Ángel Luis DE LA CALLE (Enviado especial de INFORMACIONES.)
EL AAIUN, 4.
EL incalificable gesto del presidente de la Yemáa o asamblea local saharaui, señor Jatri Uld Sidi Uld
Yumani, que se ha puesto públicamente a las órdenes de Hassan II y atacado, desde el propio territorio
marroquí, a España, ha empalidecido el ambiente distendido y casi eufórico que dejó en El Aaiún la
visita, el pasado domingo, del Príncipe don Juan Carlos, Jefe del Estado en funciones.
La noticia de la deserción de Jatri se conoció ayer por la tarde. Muchos saharauis pudieron escuchar sus
palabras difundidas por Radio Tarfaya, en las que, con absoluto descaro, el hasta ahora presidente de la
Asamblea y procurador en Cortes por designación directa de Franco, pedía al Rey de Marruecos, «en
nombre del pueblo del Sahara», apoyo y protección para este frente a lo que él calificaba de amenazas
españolas tras la implantación del toque de queda y las medidas de seguridad adoptadas por las
autoridades militares en el Sahara.
REACCIÓN
Las circunstancias de la deserción de tan renombrado personaje hacen especialmente desagradable el
episodio: Jatri, en unión del resto de los procuradores saharaunis, había estado la semana pasada en
Madrid para informarse del proyecto de ley sobre descolonización del Sahara y presentar las enmiendas
que habían considerado oportunas en el plazo reglamentario. En Madrid, Jatri habló con el presidente de
las Cortes, con el ministro de la Presidencia y con el director general de Promoción del Sahara: él y sus
compañeros incluso cobraron los haberes correspondientes hasta el final del presente año como miembros
de la Cámara. Al terminar su visita, y mientras el resto de sus colegas regresaban a El Aaiún, Jatri se diri-
gió directamente a Rabat, desde donde, al parecer, ha viajado hasta Marrakech o Agadir
Aunque no hay ninguna reacción oficial, los comentarios que se escuchan entre militares y civiles
españoles y entre los propios saharauis son absolutamente condenatorios de la postura adoptada por el
hasta ahora presidente de la Yemaa.
La decisión tomada por Jatri puede tener una indudable trascendencia política, sobre todo de cara a la
desmoralización de los dirigentes saharauis, en un momento en que la visita de don Juan Carlos había
aclarado el hasta ahora confuso panorama de las intenciones españolas con respecto a la descolonización
del territorio. Ahora más que nunca, frente a la amenaza y el chantaje que supone la «marcha verde» y
tras la tajante declaración española de defender las fronteras del Sahara, se necesitaba apiñar al pueblo
saharaui junto a las tropas españolas
SE INICIA LA EVACUACIÓN CON CARÁCTER FORZOSO.
La traición, como aquí califican los saharauis al episodio de Jatri, no contribuirá precisamente a establecer
ese ambiente tan preciso.
LA «MARCHA» LLEGARA EL 5 Como es lógico, la atención de todos, saharauis y españoles, está
centrada en las noticias que se reciben aquí sobre los progresos de la «marcha verde»; la posición
española es determinante para conocer lo que ocurrirá en los próximos días y para conocer la actitud de
los voluntarios marroquíes, que en número superior a los doscientos mil están concentrados en Tarfaya en
condiciones muy precarias. La impresión existente, según comunicó ayer por la mañana un portavoz
oficial es que el inicio de la marcha se retrasará aún veinticuatro horas, con lo que no se espera que los
primeros voluntarios lleguen a la frontera antes de la noche del día 5 o del amanecer del día 6. Las
razones de este retraso se deben a que, según las noticias recibidas, las comisiones de voluntarios
enviados por las ciudades más importantes del país, Rabat. Casablanca y Marrakech, se encuentran aún en
Agadir.
EVACUACIÓN
En el interior, la actualidad sigue polarizada en el proceso de evacuación que hoy se ha iniciado con
carácter forzoso y obligatorio, y cuya duración estiman los expertos en veinte días. Muchas personas
hacen cola a la entrada de la oficina habilitada para la expedición de tarjetas de evacuación, mientras
camiones del Ejército recogen equipajes en distintos puntos de la capital. Iberia ha suspendido la
recepción de mercancías para su facturación por línea regular, y el envío de enseres se canaliza, por tanto,
mediante los servicios de evacuación puestos a su disposición por el Gobierno.
Según cifras oficiales, permanecen aproximadamente en el Sahara, aparte de los militares, unos 3.000
españoles. La mayoría de llos, a excepción de los funcionarios, cuya presencia se considera
absolutamente imprescindible, saldrán del territorio antes del plazo fijado como final para esta primera
fase de la evacuación
Hoy no se ha presentado al trabajo ningún saharauni, ni en centros oficiales, ni en Fosfatos de Bu Craa, ni
en Parques y Talleres. Al parecer, esta huelga se ha tomado para pedir a las autoridades españolas una
serie de reivindicaciones que, mediante una nota, pensaban elevar a las autoridades del territorio. Las
peticiones de los saharauis son fundamentalmente las siguientes: que desaparezcan los controles, las
medidas de seguridad y el toque de queda establecido el pasado martes; que se supriman las medidas que
limitan los movimientos de los saharauis, y que la Policía Territorial y la Agrupación de Tropas Nómadas
reincorpore nuevamente a los agentes y soldados saharauis recientemente desarmados, que se encuentran
actualmente en situación de «vacaciones indefinidas».
Es posible que esta misma mañana una comisión entregue al general Gómez de Sala zar, que ayer por la
tarde regresó de Madrid tras haber asistido a la reunión de la Junta de Defensa Nacional, un escrito en el
que se recojan todas estas peticiones. Poco después de su regreso el general Gómez de Salazar se reunió
ayer con las primeras autoridades del territorio y una comisión de chejs y notables saharauis para estudiar
de forma conjunta la presente situación.
En otro orden de cosas, siguen llegando a El Aaiún noticias que aluden a sucesivos enfrentamientos
armados entre miembros, al parecer, del Frente Polisario y unidades de las Fuerzas Armadas Reales
Marroquíes en la zona este del Sahara; no hay confirmación del alcance de estos encuentros, aunque, al
parecer, ha habido bajas por ambas partes. Tampoco se descarta que unidades del Ejército argelino hayan
protagonizado parecidos encuentros contra tropas marroquíes.