LA MAÑANA. PAG. 42.
«BERGAMÍN CONTINUA OBEDECIENDO AL PARTIDO COMUNISTA»
Carta de Julián Gorkin al intelectual francés Fierre Emmanuel
Roma 27. El conocido dirigente troskista español en el exilio Julián Gorkin ataca, a través de varios
artículos publicados en la Prensa italiana, la aureola de "intelectual católico" con que han pretendido
presentar ciertos órganos de la extrema izquierda a José Bergamín, al que acusa claramente de ser un
agente pagado por Moscú desde los tiempos de la guerra civil española.
Refuerza su acusación Julián Gorkin, quien, junto con Salvador de Madariaga, dirige en París la
publicación de los cuadernos del "Congreso para la Libertad de la Cultura", declarando que el texto de la
famosa petición presentada al ministro de Información y Turismo, veinte días antes de llegar a su
destinatario, había sido difundido por Radio Praga y por los diarios comunistas de todo el mundo.
Tras recordar los elogios de Bergamín, en junio de 1937, a los rojos que asesinaron a los elementos del
"P. O. U. M", organización de inspiración troskista, y su posterior libelo de propaganda titulado
"Espionaje en España", destinado a justificar ante los ojos de España y del mundo las carnicerías
consumadas por los comunistas en el ámbito de las mismas fuerzas republicanas, llega a la conclusión de
cuánto de comedía organizada tiene lo que el propio Bergamín calificó de "persecución" para justificar su
salida hacia Amé rica del Sur.—Efe.
N. de la R.—Gorkin ha enviado a Fierre Emmanuel, intelectual liberal de izquierdas, no comunista y
personalidad muy prestigiosa en Francia, una carta fechada el 8 de octubre del año pasado con motivo del
Congreso para la Libertad de la Cultura. De ese Congreso es actualmente secretario general Julián
Gorkin. Al Congreso han sido invitados numerosos intelectuales no comunistas de distintas
nacionalidades, entre ellos José Bergamín, que es exactamente de lo que se asombra Julián Gorkin.
Dice el corresponsal que "la feroz campaña de represión contra el P. O. U. M.", desencadenada por la N.
K. V. D. "por orden expresa de Stalin y de Beria", la cual produjo un "escándalo nacional e
internacional", fue justificada mediante un libro, editado en varias lenguas y titulado "Espionaje en
España". Y sigue Gorkin: "El libro tenía necesidad de un prefacio que le sirviera de fiador ante la opinión;
fue el escritor católico José Bergamín quien firmó ese prefacio. Para ayudar a mi país a curar sus heridas
y evitarle otras nuevas, estoy dispuesto por completo a ir muy lejos, todo lo lejos que haga falta. Sin
embargo, en el caso de Bergamín tengo el derecho a preguntarme: ¿Qué obligó a este hombre a encubrir
aquella infamia? ¿Puedo olvidar el martirio de mi amigo Nin? ¿Los rostros de tantos camaradas
asesinados?"
Dice Gorkin en otro lugar: "Manifestando mi asombro con relación a este asunto ante personas que
parecen estar al tanto de su comportamiento, recibo esta respuesta: Es que Bergamín continúa
óbedeciendo al partido comunista."
En lo que toca a la llamada "carta de los intelectuales", Gorkin afirma que fue una operación montada por
los comunistas, que utilizaron a Bergamín, y que veinte días antes de recibirla, su destinatario, se servían
de ella como propaganda los periódicos "Pravda", "Rudé Pravo", "L´Unitá" y "Humanité", además de
Padio Praga.