OPINIÓN
ABC /8
Planetario
Cárter, amigo y huésped
Jean-Frangois Revel, el ilustre comentarista político de «L´Express», vino a verme a casa hace un par de
años, poco más o menos, acompañado y presentado por mi buen amigo Álvaro Custodio. Lo que yo le
dije sobre la situación política del pueblo español no le gustó nada. Tampoco me gustó a mi su evidente
suficiencia. Traía ya su opinión. Sabía mejor que nosotros, los periodistas españoles, lo que aquí sucedía,
lo que aquí iba a pasar y lo que aquí había que hacer. Me parece que esto le acontece casi siempre al señor
Revel.
Ahora entiende que la retirada de Francia del mando militar integrado en la OTAN venía a ser, y así lo
entendieron los soviéticos, la primera fisura en la coraza de Occidente. Fisura, probablemente lo era.
Estoy seguro de que el general De Gaulle lo entendía también así. La retirada francesa del mando único
de las tropas de la Alianza Atlántica, no producía la fisura. Tan sólo la ponía al descubierto. Porque lo que
hacía inaceptable aquella coraza militar occidental era que, en el fondo, convertía a los aliados europeos
en países vasallos y al presidente norteamericano en el señor feudal que se reservaba para siempre la
decisión suprema.
De Gaulle quiso que Francia investigara y obtuviera su propia fuerza nuclear en vista de que el único
dueño del dispositivo para hacer estallar una cabeza atómica serla siempre el presidente norteamericano,
primero no inter pares, sino primero absoluto. Francia tiene hoy no sólo su propia potencia
nuclear, sino que dispone de todos los adelantos tecnológicos que la investigación en tal materia aporta.
En lugar de ser un país atrasado, encadenado a una potencia no sólo militarmente, sino tecnológicamente
infinitamente superior, es hoy una auténtica potencia tecnológica. Con sus problemas. Todos los países
occidentales los tienen. Sólo que unos disponen de la bomba y otros no. Unos tienen energía nuclear y
otros, como nosotros, por ejemplo, bajo pretextos ecologistas o suciamente políticos, estamos sometidos a
presión para hundirnos definitivamente en el atraso.
Las cosas han cambiado desde 1966. USA ha perdido soberbia. Después del Vietnam ya no es la de antes.
Tras Teherán y Afganistán, su prestigio está en quiebra. Ya no es tigre de papel. No es tigre,
sencillamente. Por eso ahora podría plantearse la OTAN de modo distinto, sin un férreo y despreciativo
patrón. Tendríamos nosotros que preguntarnos por las ventajas internacionales que a España le ha
proporcionado la alianza en la sumisión firmada por Franco hace veintisiete años. Jamás fuimos apoyados
respecto a Gibraltar. La marcha verde es un oprobio con marchamo americano y consecuencias pesqueras
y de otros órdenes. Cárter pasa por aquí como un relámpago y para mejor negociar con Suárez se
entrevista con González. Vieja y conocida táctica. Si González dijera a Cárter que con el PSOE en el
Podar España no entraría en la OTAN, probablemente no llegaría al Poder. Por ahí anda la visita.—
Lorenzo LÓPEZ SANCHO.