«LOS OBJETIVOS FUNDAMENTALES NORTEAMERICANOS SEGUIRÁN SIENDO LOS
MISMOS: AYUDAR A ESPAÑA»
Discurso del embajador Sr. Drexel Biddle en el banquete de la Cámara de Comercio Americana
Barcelona 15. El banquete anual de la Cámara de Comercio Americana en España se ha celebrado esta
noche, presidido por el nuevo embajador de los Estados Unidos en España, Anthony J. Drexel Biddle.
Asistieron autoridades y representaciones oficiales, entre ellas el Comité Ejecutivo de la Feria,
Corporaciones económicas barcelonesas y directivos de las Delegaciones de las Cámaras en Madrid,
Zaragoza, Valencia, Bilbao y Sevilla.
A la hora de los postres hizo el ofrecimiento del acto el presidente de la Cámara de Comercio Americana
en España, Mr. William J. Abouchae, quien dio la bienvenida al embajador, afirmando que ve su llegada
a España en momento oportuno.
"España—dijo—se embarcó hace cerca de dos años en su programa de liberalización y cooperación
internacional, que ha dado, sin duda, magníficos frutos. Económicamente hablando, España tiene hoy día
un solo camino a seguir, y éste es inevitablemente hacia arriba."
Mr. William J. Abouchae prometió que la Cámara seguirá trabajando como hasta ahora para llegar a
relaciones comerciales y culturales más estrechas entre los dos países.
DISCURSO DEL SR. DREXEL BIDDLE
Seguidamente, el embajador de los Estados Unidos pronunció un discurso, en el que, entre otras cosas,
dijo: "Una de las más intensas de mis impresiones de España hasta ahora es la que me ha causado
Barcelona misma. Esta hermosa y gran ciudad tiene para mí un significado especial, porque su
estimulante actividad es simbólica de la nueva España, de la que he visto pruebas casi en todas partes
desde que desembarqué en Algeciras."
Hizo luego un elogio del puerto de Barcelona, y dijo que "en ninguna parte se manifiesta esta España
nueva más claramente que en la Feria Internacional de Barcelona", en la que el mundo norteamericano de
los negocios desempeña un papel importante.
Al hablar de las relaciones comerciales destacó que entre 1958 y 1960 las exportaciones españolas a
Estados Unidos aumentaron en más del 60 por 100. Habló luego del ingreso de España en la O. E. C. E.;
del Banco Internacional y del Fondo Monetario Internacional, y dijo que nuestro país ha llevado a cabo la
mayor parte de un programa esencial para la liberalización de las importaciones y ha reducido sus
barreras a las inversiones extranjeras.
"Mientras España ha estado dirigiendo una nueva mirada al mundo—añadió el embajador—, en los
Estados Unidos hemos estado viendo a España en un nuevo aspecto, como una nueva frontera en la que
nuestros recursos pueden combinarse con los insuperables recursos humanos que ya hay aquí, a fin de que
obtengamos ambos beneficios más ricos que los que podríamos producir actuando aisladamente."
Luego se refirió a las inversiones norteamericanas en España, y expresó su esperanza de que cuando se
complete la liberalización, la participación norteamericana será aún mayor. Destacó luego las medidas
tomadas por su país en materia económica y de competencia, y señaló que en Washington hay hoy un
nuevo dinamismo, una búsqueda de soluciones positivas, si bien con sentido de continuidad. "El
norteamericano quiere la paz, pero la paz honorable y justa; quiere mantener la seguridad económica ya
lograda. Pero por reconocer las responsabilidades que llevan consigo la prosperidad y el poder y por
reconocer que las naciones son hoy interdependientes, sus aspiraciones van mas allá de estos
personalísimos fines, para "establecer un orden mundial justo por medios pacíficos, si es posible", según
frase del secretario de Estado norteamericano, Dean Rusk.
Afirmó que los norteamericanos deseaban ver al mundo en paz; desean que tanto los grandes como los
pequeños países estén libres de toda dominación por otros países; no quieren que su país se apodere del
territorio de otros; está dispuesto a que una parte considerable de sus ingresos y de sus conocimientos
técnicos se utilicen para mejorar la suerte de países más jóvenes o menos afortunados. A este efecto, citó
el embajador un párrafo del discurso de toma de posesión del presidente Kennedy, en el que promete la
ayuda a los pueblos subdesarrollados, "Al mismo tiempo—agregó el embajador— el norteamericano
medio ve una mortal amenaza a todas estas aspiraciones en la campaña agresiva del comunismo
internacional. Y está convencido de que el imperialismo soviético se alimenta de la pobreza y el hambre,
donde quiera que existen, y trata de explotar para sus propios fines el universal deseo de gobierno
independiente de los países coloniales. En el mundo moderno, ningún pueblo está tan aislado que no
pueda comparar su suerte con la de las naciones más afortunadas. Hubo un tiempo en que la pobreza
engendraba resignación. Hoy engendra resentimiento y odio. Estas son las emociones que hacen prosperar
la ofensiva comunista."
"Ahora el pueblo norteamericano está profundamente persuadido de que la ofensiva soviética representa
una amenaza para su propia seguridad y para la libertad de los países menos desarrollados. Por ello está
dispuesto a ir muy lejos para hacer frente a esta amenaza. Espera que bastará con la ayuda económica y
otros tipos de ayuda no militar. Pero si es necesario, está preparado para hacer frente con las armas a la
agresión armada."
Insistió el embajador norteamericano en que, aunque las metas generales de la política de su país apenas
han cambiado nada, sí se han modificado los métodos para alcanzarlas, "pero—terminó diciendo—estoy
seguro de que cualquiera que pueda ser el efecto sobre el programa en España y cualquiera que pueda ser
la medida en que las formas existentes de ayuda sean sustituidas por relaciones comerciales y de
inversión más normales, los objetivos fundamentales de la política norteamericana seguirán siendo los
mismos; es decir, ayudar a España, dentro de nuestra capacidad, a hacer el más pleno uso de sus recursos
humanos y materiales, y alentarla y ayudarla a desempeñar un papel principal en las organizaciones
internacionales y especialmente en la batalla cooperativa del mundo libre por el mantenimiento de su
libertad".—Cifra.