Oreja razona la presencia española entre los No Alineados
Ir a La Habana no implica una toma de postura
MADRID, 22 (Resumen de Europa Press).— El ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, insistió
ayer a Europa Press en que «carece de sentido interpretar la asistencia a una conferencia de No Alineados
como una identificación ideológica».
Según Oreja, esta interpretación «es absurda y carece completamente de sentido».
En una amplia entrevista concedida a la agencia de noticias, el ministro de Asuntos Exteriores —criticado
anteayer por utilizar al diario francés «Le Monde» para informar de las tesis del Gobierno español sobre
el Sahara— se refirió a que «el mundo occidental es un mundo de libertades tanto en política interna
como en política exterior».
España puede, y debe, ir
«Por eso España —agregó Oreja— puede y debe estar presente en el foro de los No Alineados, que por la
heterogeneidad de sus integrantes y por las hondas discrepancias que les divide profundamente, corre hoy
el riesgo de dejar de ser neutral y de alinearse con un bloque, con lo que dejaría de ser una fuerza positiva
en la vida internacional.»
La presencia de España en la Conferencia de los No Alineados, aunque sólo sea en calidad de invitado, es
un claro símbolo del esfuerzo por salvaguardar la independencia y el no alineamiento, por ser España un
país occidental y de clara vocación y opción occidentales.
Heterogeneidad
El ministro de Asuntos Exteriores dedicó un amplio comentario a la heterogeneidad de los países
miembros de la Conferencia de los No Alineados. La homogeneidad —según Oreja— no existe en
absoluto entre ellos.
«La OTAN -abundó-está integrada por países homogéneos, que tienen unos propósitos concretos al
constituirse definidos en su Carta Constitutiva. Son todos países democráticos y occidentales que se unen
en una alianza. También los países del Pacto de Varsovia son todos homogéneos, son todos socialistas,
democracias populares unidas igualmente por una alianza.»
«Este no es el caso de los no alineados. Esencialmente fueron países, en un principio, afroasiáticos. Luego
se han ido sumando países iberoamericanos y también europeos, con uno u otro título, ya sea como
miembro o como observadores o como invitados. Entre los no alineados figuran democracias de corte
occidental como Colombia, Venezuela y Ecuador, y democracias populares como Cuba, y sistemas
autoritarios como Argentina.»
Distensión
Según Oreja Aguirre, es «innegable» que existen motivos para pensar que la distensión internacional es
un hecho, «a pesar de que existen conflictos regionales con riesgo de generalización. Ahi están los
acuerods SALT-l y SALT-2, entre Estados Unidos y la U.R.S.S.; también el Acta final de la Conferencia
de Helsinki del año 75, y la próxima Conferencia de Seguridad y Cooperación Europea, que se va a
celebrar en Madrid en 1980».
«Además —añadió el ministro—, no se puede olvidar que la alternativa a la distensión seria un mundo
infinitamente más peligroso que el actual, y el objetivo de la distensión no es, ni ha sido nunca, la
expresión de incidencias entre regímenes políticos sociales y económicos, sino la identificación de
interesees comunes.»
«Esto quisiera subrayerlo, porque, a veces, se habla de política exterior con un excesivo simplismo, y
cada uno interpreta o cada actor pretende llevarlos a su molino, acusándonos de que no hay política exte-
rior coherente. Únicamente porque no hacemos su política exterior.»
«Nosotros hacemos la política exterior pensando en que es la que conviene a España, la que defiende
mejor los intereses nacionales y no la que conviene a un grupo, a un bloque, o a unos intereses
particulares.»
«Nosotros —insistió nos situamos en una ideología que es la de los países occidentales, competimos con
ellos en un sistema de valores, queremos integrarnos con ellos en las reuniones económicas y comerciales
y culturales.»
«No descartamos, ni muchísimo menos, el compartir con ellos unos intereses defensivos, ya que
participamos en el sistema defensivo occidental, a través del tratado con el miembro principal de la
Alianza Atlántica, que son los Estados Unidos.
Eso no es obstáculo para que ahora, por primera vez en ciento cincuenta años, España esté en condiciones
de hacer una política exterior propia, independiente, buscando esa identificación de intereses comunes
con otros Estados a través del desarrollo del comercio y la cooperación entre pueblos de diferentes
sistemas, que coexisten pacíficamente, y a través, también, de objetivos comunes, como es la contención
del nivel de armamento, en la preservación de la paz.»
Nuevo contexto internacional
«Yo, efectivamente, creo —reiteró Oreja— que sin perjuicio de que aún estemos en ciertas áreas ante un
bipolarismo, en otras nos encontramos en una posición relativamente multipolar con posibilidades para
constituir un mundo políticamente más estable y plural.»
«Pensemos, por ejemplo, en cómo ha emergido China como nueva potencia mundial; cómo han surgido
nuevos poderes industriales, comerciales, petrolíferos y financieros; cómo ha crecido el número de países
—como México, Brasil, Nigeria, India— que se niegan a integrarse en un bloque.»
«En este nuevo contesto internacional, tan diferente a aquél en que surgen las alianzas y los movimientos
de no alineados, no existe la menor contradicción en que un país inserto en el sistema defensivo
occidental, candidato a la adhesión a las Comunidades Europeas, y cuyo Gobierno no ha ocultado nunca
su propósito de adhesión a la OTAN, asista como invitado a la "cumbre " de No Alineados en La Habana.
No ver esto significa, a mi juicio y con todos los respetos, desconocer la realidad internacional y, con
todo, no aprovechar todos los medios que traten de defender mejor nuestros intereses.»
La historia
«El eje político de la no alineación fue, en su origen —explicó Oreja—, esencialmente el rechazo de los
bloques y, por tanto, en sus comienzos tenía un carácter sobre todo negativo.El número de países que
integraban la no alineación era muy pequeño en 1955, ya que entonces apenas se había iniciado el
proceso de descolonización.»
En la segunda reunión del año 61, asistieron un total de 25 Estados que, tres años después en la
Conferencia celebrada en El Cairo, aumentaron a 45, para alcanzar los 87 en la Conferencia que se va a
celebrar a La Habana en los primeros días de septiembre.»
«Hoy, el centro de gravedad ya no es un factor esencialmente negativo como antes, sino positivo. Estos
países constituyen, sin perjuicio de sus múltiples diferencias, entre sí y sus afinidades a Occidente y con
las democracias populares, una fuerza activa en las relaciones internacionales, apoyando los movimientos
de liberación de África austral, protegiendo un nuevo orden económico internacional, formulando
diversas propuestas en torno al Oriente Medio y también respecto al Sahara.»