Sábado 28 de abril de 1978
IX Congreso del Partido Comunista de España
Las tesis del Comité Central, aprobadas con considerables modificaciones
El PCE buscará la colaboración con el PSOE
El IX Congreso del PCE debatió ayer las quince tesis políticas propuestas por el Comité Central. Todas
ellas, excepto una, fueron objeto de modificación. La tesis 1.ª, sobre el análisis del proceso de cambio,
que había sido objeto de numerosas enmiendas en las conferencias regionales y nacionales, fue
modificada por la comisión por acuerdo unánime. Los aspectos más importantes son el rechazo a
cualquier tipo de «optimismo excesivo» y el reconocimiento expreso —que no figuraba en la versión
inicial— de que la ruptura tal y como la propugnaba el PCE no se ha producido. En la misma tesis se
reduce la valoración del papel del Gobierno Suárez y se propone la celebración, sin excesiva demora, de
un congreso que actualice el manifiesto-programa de 1975. La nueva redacción se aprobó con cinco votos
en contra y veintidós abstenciones.
Especial interés tuvo la tesis 2.ª, en la que la comisión, también por unanimidad, modificó la redacción
inicial en el sentido de que el análisis de los últimos cuarenta años no debía situarse sólo en un plazo
científico e histórico, sino que «el partido, además, promoverá el estudio de experiencias pasadas como
presupuesto para la elaboración de su política presente y futura». Se suavizó la consideración de que se
habían suplido, excepto en un punto (el Gobierno de concentración), las propuestas del PCE como puntos
de convergencia con otras fuerzas, y se añadió un párrafo reafirmando el derecho de los mutilados, viudas
y huérfanos de la guerra civil, cualquiera que fuera el bando en el que se encontraran. Esta nueva
redacción fue aprobada con siete votos en contra y veinticinco abstenciones.
En la tesis 3.ª —y dentro del espíritu de rechazar todo triunfalismo— se aprobó la supresión de la
expresión espaldarazo popular, al juzgar el 9,24% de votos obtenidos por el PCE en las elecciones del 15
de junio y se suprimen también las alusiones a la ruptura, por estimar igualmente que no se ha producido.
Se introdujeron diversos párrafos sobre los puntos que debían incluir la Constitución y sobre la
importancia de los regímenes preautonómicos. En este caso, el pleno aprobó las modificaciones con
quince votos en contra y veintisiete abstenciones.
Variaciones también importantes se introdujeron en la tesis 4.ª, «significación de los acuerdos de la
Moncloa». En términos generales se quitó todo lo que suponía una valoración excesiva de la virtualidad a
corto plazo de los mismos y se introdujo la consideración de que los pactos no son un paso hacia el
socialismo, ni conseguirán que la oligarquía pague más que los trabajadores, sino que se trata de unos
acuerdos limitados, pero imprescindibles. Se acentuó el compromiso del partido a realizar movilizaciones
de masas para presionar en el cumplimiento estricto de los acuerdos, y se señaló que ciertos sectores de
UCD son más reacios que el propio Gobierno en este sentido. La nueva redacción se aprobó con nueve
votos en contra y 66 abstenciones.
El mayor debate se produjo en el análisis de la tesis 6, relativa a la democracia política y social como
etapa hacia el socialismo. Ya en la comisión se plantearon dos posturas divergentes en cuanto a la
valoración del papel de la clase trabajadora en la alianza con las fuerzas de la cultura. La propuesta
mayoritaria, que fue defendida por Federico Melchor, del Comité Central, introdujo también
considerables modificaciones a la tesis inicial. Por ejemplo, se propuso la alusión expresa a
nacionalizaciones, entre ellas la de la banca, el establecimiento de un sistema federal y el respeto al
derecho de autodeterminación de las nacionalidades del Estado español y se rebajaron las esperanzas en la
Constitución. Igualmente se acentuó la necesidad de control popular sobre las centrales nucleares. Una
postura minoritaria dentro de la comisión pretendía solicitar su supresión o aplazamiento.
Sin embargo, la discusión, como hemos dicho, se planteó en el párrafo que en la tesis inicial afirmaba:
«El nuevo poder político, dirigido por la alianza de las fuerzas del trabajo y de la cultura...» La postura
mayoritaria dentro de la comisión propuso añadir: «de la que es eje la clase obrera», mientras que la
minoritaria, defendida por Sempere (PSUC) (que había obtenido 43 votos en la comisión contra los 74 de
la mayoritaria) proponía que se aludiera a la hegemonía de la clase trabajadora. Para defender su postura,
Sempere aludió a la revolución china y a la soviética, que si bien, dijo, tuvieron una importante
participación campesina llegaron a ser auténticas revoluciones gracias a la hegemonía en el proceso
dirigente de la clase proletaria. Federico Melchor volvió a tomar la palabra para decir que no veía la
necesidad de aludir a China o Rusia dado que estamos en un país de Occidente con una democracia por
consolidar.
Puestas a votación las distintas propuestas, la mayoritaria obtuvo 776 votos a favor, y la minoritaria, 318.
Hubo dieciséis votos en contra de las dos propuestas y 78 abstenciones. La mayoría de los votos
favorables a la propuesta minoritaria surgieron de la delegación catalana, de la andaluza, de cierto sector
de Madrid y de Asturias. La votación dio origen a abucheos por considerar algunos delegados que
no se podía someter conjuntamente ambas propuestas a votación en contra.
La única tesis aprobada sin modificaciones fue la 5.a. relativa al Gobierno de concentración democrática,
que obtuvo 47 votos en contra y 69 abstenciones.
La aportación de los cristianos al socialismo, en cuanto que han potenciado ciertos valores que han tenido
incidencia positiva en el desarrollo de aquél, como son los valores de libertad y de igualdad, fue
reconocida expresamente en la tesis 11.ª sobre la política cultural y educativa.
Entre otras profundas modificaciones respecto a la redacción primitiva, se aboga por la total gratuidad de
la enseñanza básica como objetivo inmediato de una política educativa democrática y se pronuncia por la
escuela pública, aunque admite la existencia de centros privados financiados públicamente, si bien de
forma transitoria. Se propone la conversión de TVE en un servicio público, independiente del Gobierno y
de los partidos políticos y se potencia el concepto de libertad de creación artística y cultural.
La tesis 8.ª sobre la liberación de la mujer, presentada al pleno del congreso por la diputada María
Dolores Calvet, también ha sufrido profundas modificaciones respecto al texto del Comité Central. En
general, la tesis resalta el hecho de que la lucha feminista no ha calado en el partido y afirma que la
liberación de la mujer no debe concebirse como resultado mecánico de la socialización de los medios de
producción. La tesis 9.a. sobre la problemática del campo, también ha sido modificada sustancialmente de
acuerdo con las enmiendas aportadas por las conferencias regionales. En general, las tesis sectoriales, no
esencialmente políticas, centradas en la problemática de la mujer, la juventud, el campo y la política
sindical, han sido modificadas en profundidad debido a que en las comisiones designadas para su
elaboración han participado especialistas en los temas.