Elecciones 79 Suárez, en la clausura de la campaña en Madrid El País. 28/02/1979. Pág. 5. Párrafos 7. SUAREZ, EN LA CLAUSURA DE LA CAMPAÑA EN MADRID Madrid. (De nuestra Redacción.) Con te misma cita de Kennedy que utilizó para terminar su intervención televisada, y en medio del delirio de varios miles de incondicionales, el presidente Suárez cerró ayer la campaña electoral en Madrid en el trana, curso de un mitin celebrado en el cine Monumental. También intervinieron en el acto loa números dos, tres y cuatro de UCD por la capital, Leopoldo Calvo-Sotelo, Antonio Fontán y José Luis Alvarez. Suárez repitió básicamente el mismo esquema de discurso que ha venido utilizando en sus recientes comparecencias en provincias, desarrollando tal vez un estüo mas cálido y agresivo que de costumbre. El líder de ÜCD fue interrumpido por las prolongadas ovaciones de los presentes en incontables ocasiones, llegándole también los piropos más diversos desde el público. «¡Bendita sea la hora en que naciste!», le gritó una mujer desde el primer piso. Comoquiera que en un determinado momento Suárez hablar» de «ese espléndido regalo de la Providencia que es Su Majestad el Rey Don Juan Carlos», otro espontáneo lanzó un sonoro «¡Viva el Rey!», que fue unánimemente coreado. Suárez defendió la posición de centro frente a los embates de la Izquierda y la derecha, y subrayó la progresiva implantación de UCD a nivel nacional, puesta d« manifiesto por la campaña. «El gran mérito nuestro —añadió— es que estamos siendo el colchón que impide que una vez más España se vuelva a romper visceralmente.» La última parte de su intervención estuvo dedicada a machacar las dos ideas que sirven de eje a la fase final de la campaña ucedista: el voto reflexivo y el voto realista. Suárez concluyó desplegando ambos brazos y haciendo sendas uves de victoria, gesto que fue inmediatamente asumido por el teatro en pleno con la canción electoral de UCD como telón de fondo. De las tres intervenciones anteriores la de José Luis Alvarez había sido sin duda la más cargada de ingenio electoralista. Sin excesivo rigor, pero con mucha gracia, se dedicó a comparar los propósitos de los partidos de la izquierda española con las experiencias de aquellas sociedades dirigidas por colectivos de autodefinición similar. Después dé hablar de Checoslovaquia, Cuba y Chile, dijo que en Portugal es donde mejor había salido el proyecto socialista: «Hicieron la revolución de los claveles y todavía están pagando la cuenta de la florista.» Antonio Ponían fue, de alguna manera, él contrapunto profesoral, proclamando que la gran obra de UCD «ha sido la reconciliación nacional». «Por primera vez en dos siglos éste es un país sin exiliados ni presos políticos», explicó. Según el ex presidente del Senado, la mayoría de los españoles se sienten identificados con la idea de centro y ésa es la razón por la que todos los partidos tratan de acercarse a las posiciones de UCD. De acuerdo con Fontán, sólo UCD puede, sin embargo, satisfacer sus demandas de libertad y estabilidad.» Calvo-Sotelo siguió una vía Intermedia entre los dos anteriores, refiriéndose continuamente a sus experiencias como interlocutor de la Europa occidental. «Fuera de España admiran unánimemente al Gobierno Suárez», aseguró. Entre sus puyas al PSOE destacó la referencia al «pleno en el que se debatió durante horas el pescozón que le dieron a un diputado por Santander». Sobre la Coalición Democrática dijo que tal vez alguno de sus dirigentes haya perdido juntó a la U de UCD también la lealtad.