Aprendamos a votar ABC. 28/02/1979. Pág. 4. Párrafos 6. MIÉRCOLES, 28 DE FEBRERO DE 1919. planetario APRENDAMOS A VOTAR La mayoría de los españoles no sabemos votar. Es lógico. Durante la mayor parte de nuestra vida no hemos volido y se nos ha dicho insistentemente que la urna es un tóxico tan dañino como la cocaína. No sabemos votar y el único modo que tenemos de aprender es votando, como para aprender a conducir y sacar el carnet hay que empezar por conducir, y para creer, Pascual lo aseguraba, lo primero es tomar agua bendita. Decía ayer, no mas lejos, Manuel Fraga, que «un índice elevado de abstenciones sólo favorecería a la izquierda, cuyos seguidores hace tiempo decidieron su voto». Luego si usted, lector amigo, es de izquierdas, votará izquierda. Pero ¿eso es saber votar? No está claro. Quien vote a un grupúsculo izquierdista que no tiene posibilidades de salir está votando contra la izquierda que puede salir. ¿Está clara esta idea? Cambiémosla de banda.. Saldrá ésta: Quien sea de derechas votará derecha. Pero, ¿eso es saber votar? No está claro. Quien vote a un grupúscalo derechista que no tiene posibilidades de salir está votando contra la derecha que puede salir. La neutralidad del razonamiento, creo yo, es extremada. En lo único que trato de extremarme es en ser razonable. El sábado, lanzado hacia el porvenir en su «jet», Adolfo Suárez me decía: «Hay demasiada visceralidad en nuestra política. Quisiera poder hacerla más razonable.» Intentemos ser razonables. Dos polos hay en estas elecciones. Norte: Una sociedad pluralista, de libre mercado, en evolución permanente, en la que conviva una amplia gama de opciones políticas, sociales y económicas. Sur: Una sociedad colectivista, marxista, o sea, dogmática, en la que el Estado se reserve todas las iniciativas y el individuo, naturalmente, las ceda. Como no hablo de mis opciones creo que está claro que muestro esta alternativa, diría esta disyuntiva, al español con derecho a votar. Si le da igual una sociedad que la otra, puede abstenerse. Pero, ¿a quién le dará igual que esté en su completo Juicio? Uno, cualquiera, usted, yo, aquél, el de la gorra, puede dudar en los detalles. En lo esencial o es marxista o es pluralista. ¿Puede uno abstenerse? Está este mínimo observatorio desde el que se miran las variaciones en la esfera celeste de la política nacional instalado en ABC, mi querido periódico, que en editorial trascendente del domingo renueva su definición: ««Monárquico, independiente y liberal». Esa independencia y esa liberalidad me permiten decir hoy que existen muchas legítimas opciones de izquierda y otras muchas legítimas opciones de derecha y que el mismo derecho tienen a manifestarlas y a tratar de hacerlas viables los partidarios de las unas que los de las otras. Y algo más: Que sería tremendo error tratar de sofocar las unas o las otras desde el sector opuesto. España necesita imperiosamente sacar de las urnas un Gobierno que pueda gobernar. Es decir, que disponga de mayoría suficiente. Si no es así, entraremos en ana etapa de inestabilidad, de debilidad, de concesiones necesarias, menos clara de lo que convendría. Tratemos de aprender a votar votando reflexivamente. No seamos viscerales. No lo queramos todo, no lo neguemos todo. No seamos absolutistas. Lorenza LÓPEZ SANCHO.