Avicutura Progreso no reflejado en las estadísticas ABC. 09/06/1961. Pág. 35, 39. Párrafos 5. PAGINAS AGRICOLAS CULTIVOS • GANADERÍA - INDUSTRIAS DERIVADAS AVICULTURA PROGRESO NO REFLEJADO EN LAS ESTADÍSTICAS España figura ínternacíonalmente con índices carentes de lógica en lo que se refiere a efectivos, producción y consumo de huevos y carne MANTENERNOS EN LA ACTUAL LINEA DE PROGRESO AVIAR DEBE CONSTITUIR UNA PREOCUPACIÓN GENERAL Y CONSTANTE Por ELÍSEO DE PABLO ES la avicultura una de las ramas fanaderas que actuaba ente suscitan mayor interés, porque se la atribute aún más brillante porvenir, esa cuanto el nivel económico de la población no descienda. No es pura casualidad que el progreso avícola registrado desde hace dan años haya coincidido con un mayor poder adquisitivo de aquélla. Por otra parte, una prudente política oficial de aliento y apoyo ha contribuido en forma decisiva, al desarrollo de tan importante riqueza, desarrollo que tiene hoy esta doble v muy expre, siva faceta: capacidad para cubrir las necesidades nacionales de huevos y saturación del mercado de carne de ave. ¿Cuántos aves pueblan, en realidad, las granjas y los gallineros de nuestro país? ¿Cuál es el índice real de puesta, y cuál el consumo de la doble producción de esas explotaciones? Formulamos estas preguntas porque estamos sumidos en la más profunda perplejidad. Las estadísticas que con cierto carácter oficioso y más o menos formal circulan en el interior y en e1 exterior no nos convencen en absoluto. Un censo de 30 millones de ponedoras, de 1as que unos ocho millones corresponderían a instalaciones técnicas se nos antoja muy por debajo de lo que debe ser la realidad. Indudablemente en ésta como en aironas otras riquezas una costumbre inveterada de quedarse cortos en la declaración de efectivos y de producción, nos han llevado a 1a confección de estadísticas deficientes. Nos consta que desde liace algún tiempo se trabaja con ahinco en perfeccionar o en actualizar con la mayor suma de probabilidades de acierto nuestro censo ganadero, y sospechamos que esta revisión nos llevará al conocimiento de un estado de situaclon diferente al que venimos aceptando como bueno. Una de las consecuencias que se deduce de las que suponemos estadísticas erróneas, es que España figura entre los países de más bajo índice de aves de producción, y de menor consumo de huevos y carne de ave. Los datos internacionales que conocemos nos atribuyen un consumo anual "per cápita" de 80 huevos y 700 gramos de carne. La más pura lógica permite deducir que esos datos que casi resultan afrentosos responden a una catalogación caprichosa, cuando no irresponsable. Si, por ejemplo, tomamos en consideración que en España hay 1.470.073 cultivadores directos de trigo, según el registro del Servicio Nacional del Trigo; y que existe además otro dilatado sector agrícola—probablemente integrado por un número de familias no inferior a 500.000—, que no es cultivador de aquel cereal porque no lo permiten las espedales condiciones del clima y del suelo en donde desenvuelven sus actividades, podemos dar por descontado que en su casi totalidad cada uno de esos dos millones de labradores poseen un gallinero como complemento Indispensable de la explotación agrícola, ¿Resultaría exagerado asignar una media de quince aves ponedoras a cada uno de esos gallineros rurales? Pues si nada se opone a ese cálculo llegamos A la conclusión de que solamente 1a colectividad agraria, el cultivador directo, aporta al censo avícola nacional la totalidad de los efectivos que se asignan a la nación. Pero es que en las zonas rurales se encuentra asimismo una ingente masa de braceros u obreros agrícolas fijos y eventuales forreada por un número no inferior quizá a 1.480.000 familias, a las que hay que añadir las que están integradas por artesanos, empleados, etc., etc., que por necesidad, por afición o por vía de entretenimiento tienen también pequeñas colonias de aves de corral, ¿Sería asimismo exagerado atribuir a esos sectores un millón de gallineros con un promedio de cinco ponedoras? Y por ultimo llegamos a 1a "élite" aviar, a la avicultura racionalmente organizada y técnicamente dirigida, en granjas, con efectivos no inferiores— según informes que nos merecen crédito—a ocho millones de Unidades, frente a tres millones en 5934. La suma de ponedoras de los tres grupos mencionados nos daría un total de 43 millones, Si además tenemos en cuenta que la producción por ave y año ha pasado desde 80 huevos en el período 1947-53, a 110 en 1960 la conclusión es obvia en lo que se refiere al consumo "per cápita", consumo que sería de 157 huevos, y no de 80 con que figuramos en las estadísticas internacionales. Ppr supuesto la proporción de aumento del consumo de carne es mucho mayor aun—considerando el índice de 700 gramos que se nos asigna internacionalmente—si, como suponemos, no son desatinadas las cifras que damos como lógicas con vistas a una rigurosa, actualízación del censo aviar español. Al respecto deberá temarse en consideración el hecho de que existen ya muchas explotaciones especializadas en la producción de carne, con independencia de la de huevos, a la que se debe en buena, parte la saturación del mercado de aquélla. Eliseo de PABLO