Recital de Carlos Cano Otra Andalucía Diario 16. 24/03/1977. Párrafos 3. Otra Andalucía José Luis Rubio MADRID, 24 (D16). Hay ahora en Andalucía otro modo de ver las cosas a través de la canción. Carlos Cano, un granadino joven y ya lleno de memorias, expuso anoche su punto de vista en el teatro Beatriz. Discutió los viejos e infaustos mitos sobre el "genio andaluz" y puso sobre las tablas del escenario la gran protesta de la mayor región del país. Varios cientos de andaluces le aplaudieron con ganas en su primer recital madrileño. Sentado delante de una amplia bandera andaluza —verde, blanca y verde—, Carlos Cano cantó con ím- petu y convicción canciones que no se apartan nada, musicalmente, de la tradición popular andaluza: coplas, romancillos, paso dobles, murgas o trobos. El blanco de Carlos Cano es, naturalmente, la falsa imagen que durante siglos le ha sido encasquetada al hombre andaluz. El genio, la "grasia", el donaire, la juerga y el flamenco. Contra ese andaluz folklórico, de cartón piedra, farolillos y guitarras, dirige sus sólidas postas el cantor granadino. Contra los "señoritos", los caciques, los profetas y los poetas de la luna y el toro. Contra los evidentes integristas y más papistas que el Papa. Contra las duras condiciones de trabajo, que obligan a miles de hombres a trashumar por España o a dejar el país con el triste pasaporte de emigrado. Carlos Cano lleva varios años escribiendo y cantando sus canciones. Perteneció al grupo Manifiesto Canción del Sur, fundado en Granada en 1969, y desde entonces está dedicado por completo a la defensa de su tierra. "Soy andaluz —dice— por nacimiento, por sufrimiento, por sensibilidad, por necesidad y por compromiso." Tiene una voz estimable que, a veces, se enzarza en el grito y pierde alguna claridad. Su estilo radicalmente desprovisto de todo refinamiento, pasa por los senderos trazados por la copla popular.