Gibraltar en el infinito Informaciones. 04/03/1972. Pág. 2. Párrafos 17. GIBRALTAR, EN EL INFINITO SIR Alec Douglas-Home, secretario del Foreign Office, ha visitado oficialmente Madrid. Ha intercambiado puntos de vista con su Colega español, señor López Bravo. Sobre las repercusiones que para nuestro comercio con el Reino Unido tendrá la próxima entrada de éste en la C. E. E. no han hablado ambos ministros. Sobre Gibraltar no ha habido negociación, sino conversación desde posturas antagónicas. En el comunicado conjunto de las conversaciones se especifica: «... los dos ministros observaron que existen todavía entre ellos diferencias respecto a las resoluciones de las Naciones Unidas sobre este tema (Gibraltar), y acordaron continuar considerándolo de modo constructivo y realista, a fin de encontrar una solución satisfactoria.» En dicho comunicado se anunciaba la invitación de sir Alec al señor López Bravo para Visitar Londres el próximo mes de Julio. Las tesis expuestas clara y repetidamente por sir Alec ante los periodistas españoles y extranjeros fueron las siguientes: . El Parlamento británico no tomara ninguna determinación sobre Gibraltar sin consultar con el Gobierno del enclave, o contra la determinación de los gibraltareños. . Gibraltar no será restituido a España mientras los gibraltareños se opongan. . Gran Bretaña no está de acuerdo en lo tocante a Gibraltar con las resoluciones del Comité de los Veinticuatro que entiende sobre problemas de descolonización en las Naciones Unidas. Londres se atiene al principio de autodeterminación de los pueblos contenido en la Carta de la O. N. U., y concede tal derecho a la población de aluvión que habita en Gibraltar. . Gran Bretaña confía en que la Comunidad Económica Europea, de la que entrará a formar parte dentro de cinco meses, comprenda su postura sobre Gibraltar y el derecho de los «llanitos» a seguir viviendo en un Gibraltar británico. . Debemos tener en cuenta que existen gentes que son muy felices de estar colonizadas por Gran Bretaña. . Si España observara con benevolencia el problema de Gibraltar, quizá pudiera favorecerse alguna solución a este contencioso hispano-británico. . Sobre Gibaltar no puede hablarse de negociaciones, sino de contactos preliminares. La visita a Londres en julio del ministro español Señor López Bravo tampoco será el comienzo de esas negociaciones. Nada concreto debe esperarse de estas tomas de contacto. El problema viene de antiguo y no puede tener una solución pronta. «Pensando juntos», ambos ministros podrán conocer mejor sus respectivos puntos de vista. No hay que desesperar, porque ningún problema es insoluble. El país, tras la visita de sir Alec, ha disfrutado de una amplia gama de opiniones sobre las posibles alternativas que caben en el caso de Gibraltar. Una de ellas es la de proseguir la política de dureza o de restricciones sobre Gibraltar (que son ampliables) iniciada por el entonces ministro de Asuntos Exteriores señor Castiella. Empero, no faltan quienes confunden la presión diplomática con los cañonazos. Otros, por el contrario, creen que sólo queda abierta una vía: seguir conversando y esperar a que Gran Bretaña restituya el Peñón. Por nuestra parte, opinamos lo siguiente: . Gibraltar debe ser negociado con Gran Bretaña. Pero Gran Bretaña no accede a una negociación auténtica. El fracaso de negociaciones anteriores y las palabras de sir Alec en Madrid lo ponen en evidencia. . La opinión pública británica desconoce los términos de la disputa hispano-británica a cuenta de Gibraltar. . Gran Bretaña sólo se retirará de la última colonia europea y de la que posee a menor distancia de su territorio metropolitano, «bajo presión». . Esa «presión» no debe ni puede pretender un absurdo incidente armado o una excesiva y prolongada tirantez con Gran Bretaña, sino obligar a Londres a una negociación seria y sincera. . Cuando Gran Bretaña ingrese en la Comunidad Económica Europea —con la que tenemos pendiente la renegociación de nuestro acuerdo preferencial y en la que pretendemos ingresar algún día— podrá condicionar su voto en Bruselas a la «benevolencia» española sobre el Peñón. El tiempo juega a favor de Londres. . Gibraltar no es reclamación de un Gobierno o de una facción política, sino de un pueblo. Dos regímenes antagónicos como la II República, y el actual Estado hicieron suya esta reclamación nacional. Pág. 2