Debate sobre el discurso de Santiago Carrillo Acuerdo general, con matices, sobre el informe del Comité Central al congreso del PCE El País. 21/04/1978. Párrafos 18. POLÍTICA EL PAÍS, viernes 21 de abril de 1978 Debate sobre el discurso de Santiago Carrillo Acuerdo general, con matices, sobre el informe del Comité Central al congreso del PCE La sesión de la mañana del segundo día de sesiones del congreso del Partido Comunista de España (PCE) estuvo dedicada al debate en el plenario del informe del Comité Central saliente presentado por Santiago Carrillo, debate que continuará hoy por la mañana. Todas las delegaciones que intervinieron se mostraron de acuerdo con el informe, al menos en sus líneas generales, si bien se expresó un gran número de matizaciones. En éstas se puede observar un elevado nivel de coincidencia, en especial en relación con temas claves, como los planteamientos para la transformación del Estado, los pactos de la Moncloa y la democratización interna. Informan Soledad GallegoDíaz, Sebastián García y Francisco Gor. Abriendo el turno de intervenciones, Josefina López, de Aragón, informó que su delegación aprobó el informe por unanimidad. Pedro Zamora, de la misma delegación, enumeró una serie de puntos que, a juicio de los delegados aragoneses, debían clarificarse. Entre éstos cabe destacar la necesidad de que el PCE avance más en sus planteamientos sobre el proceso de transformación del Estado, de clarificar el sentido de los pactos de la Moncloa, incluso cerca de sectores del partido que no los han entendido plenamente, así como defender su plena aplicación, de resaltar más la importancia del proceso de liquidación de la dictadura y el papel del PCE en esta etapa, así como la conveniencia de no caer en triunfalismos por la victoria de CCOO en las elecciones sindicales y remarcar la importancia de los acuerdos unitarios con UGT. La intervención de los delegados de Asturias, que se esperaba polémica por el desarrollo de su conferencia regional, no salió, sin embargo, de la tónica general. El primer portavoz, Gerardo Iglesias, defendió los pactos de la Moncloa, resaltando que es la oligarquía la que se pone frente a ellos, y coincidió con Aragón en que sectores del propio PCE no los han entendido plenamente, así como en la necesidad de ahondar la democracia en el partido mediante el debate interno, aunque ello no debe ser una ventaja para los «picos de oro», dijo. El segundo portavoz de Asturias dedicó su turno a pedir que no se olviden los problemas de los pensionistas, hoy relegados. Por Baleares, Josep Ferrer señaló que no está claro en el informe por qué no se produjo la ruptura tal como la preveía el PCE y calificó de «francamente flojo» lo referente a nacionalidades y regiones, por falta de claridad. Unidad de los trabajadores El portavoz de Canarias, Antonio González, destacó el problema económico de estas islas y la especial incidencia en él del acuerdo pesquero con Marruecos, así como el bloqueo de la Junta de Canarias por la política de los partidos mayoritarios. La parte fundamental de su intervención estuvo dedicada a la intervención del imperialismo en África. Seguidamente intervino por el Comité Central saliente Marcelino Camacho, quien afirmó que el PCE basa su acción en los trabajadores como sector más progresista de la sociedad. Por eso, añadió, nuestro objetivo es procurar la unidad de los trabajadores, unidad que se da por abajo, en los comités de empresa, aunque haya distintas centrales. Intervino después el representante de Guadalajara, Francisco Palero, quien resaltó los problemas de las provincias marginadas. Coincidiendo con otras intervenciones, destacó la necesidad de que se celebren las elecciones municipales. También resaltó los problemas de las zonas marginadas el delegado de Albacete Jesús Alemán, que pidió una política de reequilibrio regional. La primera intervención de Andalucía, a cargo de Rosario Peral, estuvo dedicada a resaltar los problemas del campo, más en concreto en esta región, cuya situación, con un 25 % de paro, calificó de verdadero polvorín y peligro para la democracia. El segundo delegado andaluz, Mario Bilbao, comunicó una serie de observaciones individuales de los delegados andaluces sobre defectos del informe del Comité Central, entre los que estarían una insuficiente explicación de los errores del partido y del análisis del proceso de cambio democrático. El terrorismo, enemigo En este punto intervino Nicolás Sartorius, miembro del Comité Central, cuyas brillantes palabras hicieron levantarse a la sala en aplausos. Después de reseñar que, a pesar del alto desarrollo de la producción en Occidente cada vez son más los sectores marginados, afirmó que en este contexto hay que situar al terrorismo, del que dijo que es un defecto estructural del capitalismo monopolista y un medio de éste para redistribuir a su favor el poder que las masas populares estaban logrando, frenando así la democratización política y económica. «El terrorismo sentenció es un enemigo jurado de la clase obrera.» Finalmente, afirmó que ser leninista hoy significa comprender que todo proceso revolucionario pone en cuestión la teoría anterior. Seguidamente intervinieron los portavoces de Cáceres, Antonio Tejero, Toledo. José María Díaz, y Badajoz, José Manuel Coronas. Todos ellos dieron cuenta del apoyo en líneas generales al informe e hicieron algunas observaciones. A continuación tomaron la palabra por el Comité Central Julián Ariza y Gregorio López Raimundo. El sindicalista Ariza destacó la victoria de CCOO en las elecciones sindicales, que indica, según observó, un voto favorable a la unidad, el rechazo del amarillismo y «evidentemente, un golpe a la estrategia de alternativa de Poder de algún amigo». Por su parte, López Raimundo, presidente del PSUC, se refirió a las historias íntimamente ligadas de este partido y el PCE, aun con la autonomía del primero, y añadió que la victoria del PSUC en las pasadas elecciones es patrimonio común de todos los comunistas españoles. Más adelante abogó por la libertad de expresión y, en concreto, por la libertad para los miembros del grupo Els Joglars. Dijo después que la tesis y estatutos del último congreso del PSUC coinciden fundamentalmente con el informe del Comité Central. Por la delegación del PSUC, Cipriano García pidió que se recoja el carácter unitario de los comités de empresa y la incidencia de la movilización de la clase obrera en el cumplimiento de los pactos de la Moncloa. Mejorar las relaciones con el PSOE El primer orador por Madrid, José Luis Malo, indicó que una amplia mayoría de su delegación estaba de acuerdo con el informe en líneas generales, y negó que, «como dice cierta prensa, detrás del debate ideológico se estén escondiendo los verdaderos problemas políticos». En las consideraciones de la delegación al informe se pide una mejor explicación y comprensión de las relaciones del PCE con el PSOE, con el que se debería llegar a una alianza inmediata, «aunque dijo no renunciamos a las críticas ni a conquistar la hegemonía para los comunistas». En cuanto a la democratización del partido, Malo informó que había provocado una amplia polémica la afirmación del informe en el sentido de que la dirección podía no haber iniciado el proceso de no haberlo querido. La polémica concluyó en que efectivamente se reconocía a la dirección esa iniciativa, si bien éste era su deber. Por último, la mayoría consideró que las palabras personales de Carrillo, al final del informe, eran oportunas, si bien más de un tercio de los delegados madrileños consideró que no eran oportunas. Alberto Infante, también de Madrid, dijo que el PCE no debía intentar sólo arrebatar votos al PSOE, sino también arrebatar las bases electorales a UCD, concienciando a los sectores populares de ellas. También pidió candidaturas unitarias para las municipales. Antes de que Pilar Sevillano, de León, cerrara la sesión, el representante de las Juventudes Comunistas, Josep Palau, habló de la profunda crisis por la que atraviesa la juventud como consecuencia directa de la crisis del capitalismo, que deja totalmente marginados a los jóvenes, por lo que éstos no pueden ser ajenos al debate que se desarrolla alrededor del eurocomunismo, para el que el problema juvenil, según Palau, es un verdadero reto.