Señor Suárez, esta es la verdad y toda la verdad del referéndum
(y según cifras oficiales)
Censo:26,5millones
refrendan: 15,7 MILLONES
NO refrendan. 10,7MILLONES
(todo lo demás son gaitas y ganas de confundir al pueblo español)
El cerebro
ESTARA reflexionnando sobre la democracia?, ¿acá so sobre la esencial diferencia entre el
furor y la virtud? No lo sabemos, Aunque nos parece muy probable que medite (con meditación de
alcance histórico, de onda larga) sobre las diferencias entre los resultados que produce la lógica del éxito
y la lógica de la verdad. Curiosamente, ni un solo periódico, ni un solo informador, dio ayer la noticia de
en qué colegio electoral votó Torcuato Fernández-Miranda, factor principal de la Reforma Política que
nos ha llevado al punto donde estamos. ¿Dónde votó? ¿Qué votaría? Seguro que lo haría desde la más
estricta responsabilidad ética. Pero ¿no le añadiría el coletazo dialéctico de la ironía? Y el futuro, ¿cuál
será el futuro? La clave, señores, muy pronto. El señor Suárez debe meditar.
2 y 2 son 4
EFECTIVAMENTE, señor Suárez. Dos y dos son cuatro, y ni la cibernética ni los malabarismos triun-
falistas pueden quebrar las reglas matemáticas. La realidad de este referéndum, la triste realidad para la
UCD y para el Gobierno, es que de 26,5 millones de electores, en números redondos, han refrendado la
Constitución 15,7 millones de españoles, mientras que 10,7 millones no le han refrendado, bien sea por la
abstención, por el voto «no», por el voto nulo o por el voto en blanco, que todos ellos significan un
rechazo de alguna u otra forma a la Constitución. Es decir, a juicio de sus acólitos (usted no es tan torpe),
hay en España añora mismo más de diez millones de «fascistas», «nostálgicos», «fachas», «involu-
cionistas», «golpistas, «catastrofistas», «desestabilizadores», «lectores de EL IMPARCIAL», ¡Para
asustarse! Y no, señor, no es así. Hay en España más de diez millones de españoles que no están de
acuerdo con la Constitución, ni con su gestión al frente del Gobierno. Y les ventajas de la democracia es
que todo esto se le puede decir a uno sin que le acusen con todos esos improperios que ya eran conocidos,
aunque con signo distinto, en la época de la dictadura.
(Pasa a la pág.8)