La Operación Ariete se mantendrá hasta el dia 10
Normalidad absoluta en todo el país
La normalidad en todo el país fue una de las notas dominantes de la jornada
electoral de ayer. Salvo pequeños incidentes de carácter aislado y sin
importancia, la jornada se desarrolló en un clima de tranquilidad. La Operación
Ariete (operación conjunta de Fuerzas Armadas y FOP), iniciada el pasado día 27
de noviembre, destinada a garantizar el orden público entró ayer en un buen
número de ciudades españolas en su tercer y máximo nivel, el de alarma general,
que se mantendrá hasta el día 10.
La fase de alarma en plan permanente de protección y seguridad había entrado en
funcionamiento en las cuatro provincias del País Vasco el pasado día 27. Ayer,
desde las cero horas, se pura igualmente en marcha en Madrid, Barcelona,
Baleares, Canarias, Valencia y en algunos puntos de Andalucía, Galicia y
Asturias. El resto de las provincias españolas se mantenía ayer en el segundo
nivel previsto de la Operación Ariete, el de alerta. La primera fase, la de
atención, había terminado el pasado 27 de noviembre.
Desde muy primera hora de ayer unidades del Ejército y fuerzas de orden público
vigilaron de forma estricta todas las instalaciones públicas consideradas de
interés prioritario, asi como la totalidad de las mesas electorales del país,
además del servicio ordinario.
Un número indeterminado de soldados, todos ellos armados y en traje de campaña
protegieron ochocientos objetivos distintos en todo el territorio nacional, en
su mayoría centros vitales como polvorines, centrales eléctricas, embalses,
repetidores de televisión, depósitos de combustibles, estaciones, aeropuertos y
otros similares.
Entre otras medidas de seguridad cabe destacar la prohibición expresa, -vigente
desde el pasado día 4 hasta mañana viernesde transportar cualquier tipo de
material explosivo procedente de los centros de distribución, con el objeto de
impedir posibles robos.
En cuanto a las FOP participaron en la Operación Ariete la casi totalidad de los
45.400 policías armados, 63.500 guardias civiles y 10.400 miembros del Cuerpo
General de Policía.
La provincia que mayor número de agentes de las FOP tuvo ayer en servicio fue
Vizcaya, con 8.500 agentes y seis compañías de la Reserva General. En el País
Vasco, la Operación Ariete se vio reforzada con la presencia de escuadrones de
helicópteros.
Falsas alarmas y detenciones
Dentro de la normalidad, que fue la tónica de la jornada de ayer, se podrían
reseñar varias falsas alarmas de colocación de explosivos, asi como detenciones
por realizar propaganda ilegal, coacción de voto y la desactivación de un
artefacto de escasa potencia -fabricado con una botella de gasolina, otra de
alcohol y cartuchos de postas- en un colegio electoral de Fuengirola (Malaga).
Para la crónica menuda del día de ayer cabe reflejar los siguientes hechos:
En Madrid un fotógrafo del diario vasco Eguin hubo de ser internado en La Paz a
primera hora de la jomada de ayer, como consecuencia de haber sido agredido por
un grupo de jóvenes, que con porras y cadenas pretendían desalojar un colegio
electoral de Alcobendas. Igualmente, en la capital de España jóvenes
ultraderechistas robaron papeletas con el si en diferentes colegios electorales,
según la Secretaría de Estado para la Información. La factoría Barreiros de la
calle de Alcalá, 30, hubo de ser desalojada en la mañana de ayer por el anuncio
de una falsa bomba. Fueron desalojados tos trescientos trabajadores.
En San Sebastián, la policía explosionó un paquete sospechoso recogido en una
mesa electoral del barrio de Gros. El paquete no contenía explosivos, aunque los
artificieros lo hicieron estallar mediante un cebo.
En Ochandiano (Vizcaya), Bilbao, Puerto de Santa María (Cádiz),Tenerife y otros
lugares fueron detenidas algunas personas por hacer propaganda ilegal en favor
del no y de la abstención y por coacción de voto.
En Tomelloso (Ciudad Real), un pequeño incendio obligó a trasladar el colegio
electoral a un local vecino, sin que se produjesen mayores daños.
Tres colegios electorales de Cádiz amanecieron inundados por las lluvias caídas
en la noche anterior y la votación hubo de iniciarse con bastante retraso. En
Vitoria, la mayoría de las mesas no se constituyeron hasta las diez de la mañana
porque no se habían precintado las urnas.
Protección de las mesas electorales
Las fuerzas de orden público que custodiaron los locales electorales lo hicieron
en el exterior de los mismos, sin entrar nunca en las habitaciones de las urnas
salvo cuando fueron requeridos por el presidente de la mesa, tal y como
explicita la normativa electoral, la cual dice que «nadie puede entrar en el
local con armas ni instrumentos susceptibles de ser utilizados como tales».