Un paso decisivo hacia la democracia
Pilar Bravo
(Miembro del Comité Ejecutivo del PCE)
LA legalización del Partido Comunista de España es probablemente el paso más importante dado hacia la
normalización democrática de este país. Por primera vez, después de cuarenta años, se abre la posibilidad
de que todas las corrientes políticas que existen en España puedan expresarse libremente y aparecer entre
la opinión pública con sus propios argumentos. Ha sido abierta la vía para que los españoles no sean
discriminados por sus opiniones políticas, para que los trabajadores y las amplias masas populares
recuperen el espacio para participar en la política del país.
La legalización del PCE es sin duda un acto de Justicia para con un partido que ha dado pruebas a lo largo
de estos cuarenta años de su firme decisión de superar las divisiones subsiguientes a la guerra civil y de
promover un clima de mutua, tolerancia y de convivencia pacífica entre loa españoles. La política, de
reconciliación nacional preconizada por el partido desde 1953, los esfuerzos por aunar a todas las fuerzas
partidarias da la democracia, fueran del signo ideológico que fueran, en la política del pacto para la
libertad, han marcado y siguen marcando todo el proceso de tránsito de la dictadura a la democracia. En
el último periodo, la citación y la actividad de la "comisión de los diez" ha contribuido poderosamente a
abrir las posibilidades democráticas que podrían existir en el proyecto reformista de Suárez, además de
establecer el diálogo entre el Poder y la oposición, desbloqueando uno de los presupuestos básicos de la
dictadura personal que fue implantada en 1939.
Este clima unitario amplio, que nuestro partido y otras fuerzas democráticas han preconizado es una
adquisición fundamental para el futuro del país. El diálogo derecha-Izquierda, el diálogo oposición Poder
es un ejercicio democrático que mañana sentará un nuevo clima en el que las diferencias políticas se
resuelvan en un debate democrático, descartándose de nuestro suelo toda posibilidad de un nuevo
enfrentamiento fratricida entre españoles.
La legalización del PCE va a permitir también que la losa de miedo que ha gravitado sobre nuestro país y
particularmente sobre los que trabajan, sobre los oprimidos y las gentes modestas, desaparezca. Estos
sectores, que representan una elevada proporción de nuestra población activa, comienzan a comprender
que, a partir de ahora, van a tener quien defienda sus intereses. Este es otro importante factor en la
recuperación de la normalización democrática. Esta normalización exige que nadie queda excluido de la
posibilidad de participar en la vida política del país, que otros partidos que han reclamado su legalización
la obtengan como es de Justicia y que todos los presos políticos sean puestos en libertad.
La incertidumbre que hasta hace bien poco subsistía respecto a las elecciones comienza a aclarar
se. Al legalizarse el PCE y quedar abierta la puerta para la legalización de todos los partidos políticos
aumenta la credibilidad democrática del proceso electoral. El PCE ha afirmado su voluntad de participar
con toda responsabilidad en las elecciones, con el objetivo fundamental de contribuir a la victoria del
conjunto de las fuerzas democráticas. En las próximas elecciones se va a dilucidar la definitiva
desaparición de los vestigios de la dictadura y la apertura de un proceso de conquista y consolidación de
la democracia. El PCE ha propuesto a todas las fuerzas que participan de esta perspectiva, desde el centro
hasta los comunistas, la discusión conjunta de un acuerdo constitucional que garantice tras las elecciones
la inequívoca evolución democrática de nuestro país, lo que conlleva a decisión do abrir un periodo
constituyente.
Ante unas elecciones que aún no serán auténticamente libres porque los vestigios del pasado reciente
pesan aún con fuera» y no podrán superarse durante el breve plazo previsto para la campaña, el PCE
considera fundamental lograr ese acuerdo entre las fuerzas democráticas que cierre posibilidades de
hacerse con la situación a los partidarios de la pro1ongación del franquismo que hoy se aglutinan en torno
a Alianza Popular.
Con la legalización del PCE el país va a contar con la presencia de un partido cuyo interés fundamental es
contribuir a 1a consolidación de la democracia. Desde nuestro punto de vista sólo con la democracia será
posible lograr el consenso mayoritario que se necesita para avanzar al socialismo. A partir de ahora el
PCE, ya sin clandestinidades, contribuirá con sus opiniones al esfuerzo democrático colectivo. Será un
partido transparente, sin misterios, abierto a la crítica y al debate. Un partido con el que sin duda se
identificarán amplísimos sectores de nuestro pueblo.