DON JUAN CARLOS REAFIRMA LAS RELACIONES HISPANO-AFRICANAS
"LA COOPERACIÓN CON ÁFRICA, UNA DE LAS DIMENSIONES DE NUESTRA POLÍTICA
EXTERIOR"
Los Reyes ofrecieron anoche, en el Palacio Real, una cena en honor del presidente de la República del
Senegal, Leopoldo Sedar Senghor,
Se hallaban presentes en la cena el presidente del Gobierno y los ministros de Educación y Ciencia y de
Comercio y Turismo, así como el presidente de las Cortes y el presidente del Tribunal Supremo, además
de destacados líderes de los principales partidos parlamentarios.
Al término de la cena el Rey Don Juan Carlos pronunció un discurso, del que entresacamos algunos de
sus aspectos más interesantes:
A través de mis palabras, es España entera quien da la bienvenida al amigo, al intelectual esclarecido, al
estadista excepcional, que ha consagrado su vida a fortalecer el entendimiento y la concordia entre los
pueblos.
Nosotros, que también estamos contra la violencia, y que creemos en el cambio pacífico y en la
convivencia como medios de superar las confrontaciones, saludamos en el autor de esos versos, no sólo al
poeta, sino al estadista que, con prudencia y sabiduría, ha sido capaz de lograr y consolidar para su pueblo
la paz en la libertad y en la justicia.
Una libertad de expresión y la existencia de una oposición, no sólo tolerada, sino plenamente integrada en
el sistema.
La armonía en el orden político es resultado de vuestra constante preocupación por evitar en un país como
Senegal, donde conviven diferentes razas y distintas religiones, la aparición de cualquier tipo de discriminación
por razones étnicas o religiosas.
Gracias a vuestro esfuerzo en este sentido, y a una acertada política de descentralización y desarrollo
regional, los hombres del Norte y del Sur, del río o de la sabana cristianos o musulmanes, tienen hoy
idénticas posibilidades de promoción, se sienten libres e iguales y se consideran, por encima de todo,
senegaleses.
África sigue necesitando hoy del impulso vivificador de esa voluntad de paz y de concordia.
Mi país ve con preocupación las tensiones y conflictos que todavía existen en ese continente, y no
escatimará ningún esfuerzo pora que se establezca un clima que permita abordar con realismo y espíritu
constructivo estos problemas.
Siempre ha despertado lo africano interés entre nosotros. Nuestras bibliotecas están repletas de libros y
manuscritos, en cuyo estudio encontrarán los investigadores una parte sustancial de la historia de vuestro
continente.
Desde hace más de mil años, lo africano y lo español han vivido una estrecha relación mutuamente
enriquecedora, que no ha dejado de producir frutos fecundos hasta nuestros días. Granadino fue el
coreógrafo y escritor Juan León, llamado «El Africano», cuyo libro «Descripción de África», publicado
en 1526, fue obra de consulta obligada en Europa durante mucho tiempo, acerca de los reinos y las
costumbres negro-africanas. Y malagueño era Pablo Picasso, que en sus «Señoritas de Avignon»,
consagró la incorporación al arte moderno occidental de los elementos plásticos de la cultura africana.
Pero el recuerdo de la historia conjunta de España y África no debe quedar sólo en materia de estudio
para los investigadores y eruditos, sino que ha de ser el punto de partida para renovar una política de
creciente cooperación cultural, comercial y técnica entre españoles y africanos.
España, que está convencida de que ha llegado el momento de potenciar todas estas posibilidades,
considera la necesidad de cooperación con África una de las dimensiones importantes de su política
exterior, como vehículo de fortalecimiento de las relaciones con «nos países con los que nos unen,
además de la vecinidad, tantos vínculos históricos, culturales y humanos.