11-VIII-77
INFORMACIÓN
LOS RUMORES SOBRE CANDIDATOS DE ALCALDE POR MADRID
DE nuevo aparecen los rumores sobre posibles alcaldes para Madrid. Esta vez, no para cubrir el período
transitorio hasta las elecciones, desvanecida esta hipótesis por el propio Gobierno cuando en su primera
declara, clon se refería a la -necesidad de que no se produjera vacío alguno en la normal y legal actividad
de las actuales corporaciones locales, lo que consideraba redundaría en perjuicio de los intereses cuya
gestión y administración les corresponde, y que en modo alguno pueden ser des. atendidas o
abandonadas. Esta vez, esos rumores que van formando "puzzles" con los nombres de posibles alcaldes
por Madrid —representantes de diferentes partidos y hasta de posibles coaliciones—se refieren al futuro
alcalde, una vez pasadas las elecciones.
AFORTUNADAMENTE esos rumores han sido desmentidos por los propios partidos políticos. Uno de
los nombres más "rumoreados" es el de Areilza como candidato por el PSOE; sin embargo, esto no sólo
ha sido desmentido por el propio partido —que en forma conjunta no ha pensado aún en un candidato,
pese a los rumores también de Felipe González para alcalde, aunque personalmente sus miembros tengan
.simpatía por uno u otro miembro--, sino que alguien muy allegado al propio Areilza me comentaba el
otro día que no consideraba que al ex ministro le pudiera interesar ser alcalde de Madrid, Decía antes lo
de que afortunadamente los rumores sobre nombres de alcaldes han sido desmentidos por los propios
partidos, porque muy poco diría en favor de los propios partidos que tuvieran elegido sus candidatos con
tal seguridad que hasta le permitiera hacer públicos sus nom. bres cuando aún la ley está poi hacer. En mi
concepto sería algo así como colocar los muebles en un solar antes que se iniciara la cimentación de la
vivienda que iba a albergar a esos muebles.
SEAMOS realistas y consecuentes en relación con el tema de la Alcaldía de Madrid. Un tema
importante, y por ello no se debe tratar con la frivolidad de rumores de candidatos cuando aún no se ha
perfilado la ley que ha de desarrollar la normativa para convocar esas elecciones municipales. Elecciones,
que no me cabe duda que el Gobierno, en cumplimiento de su promesa, convocará dentro de este año,
pero que tardarán algo más en celebrarse, porque, calendario en mano, es difícil que dentro de este año se
pueda ter--minar la reforma de la ley de Administración Local. Ley, de cuya importancia me consta que
son conscientes los d i f e r entes partidos representados en las Cortes, y sobre la que tienen criterios
propios que van a hacer valer y que van a exigir el tratamiento y mesura que requiere algo tan importante
como la ley que va a regir más directamente A las ciudades y eus habitantes. La actual ley de Administra-
ción Local nació prácticamente ya llamada á desaparecer, por río decir que nació muerta. Sufrió
inmediata reforma con la modificación de una disposición para cambiar el plazo de las elecciones de
presidente de Diputación y alcaldes, y hoy está claro que no responde a la nueva estructuración del país ni
en ideología ni en sistema de gobierno y administración. A estas alturas, mucho6 diputados, en cuyas
manos va a caer la ley de Reforma, no tienen conciencia de si serán convenientes cartas especiales para
algunos municipios o no se han planteado si puede existir incompatibilidad entre senador o diputado con
el cargo de alcalde de alguna provincia, como por ejemplo, Madrid; con indep´en-dencia de la discusión
que puede surgir en cuanto a la elección de los alcaldes de Madrid y Barcelona, que si bien hay
coincidencia en que sea elegido, no la hay en cuanto a si la elección han de hacerla loe concejales, entre
ellos mismos, o el pueblo, mediante sufragio, en favor de los "candidatos que se presenten.
CREO sinceramente que en es tos momentos hay temas muy importantes e inmediatos en lo referente a
Administración Local, pero que no es el momento de especular sobre nombres, porque en mí criterio, y
creo que en la realidad, esa fecha no está tan cercana como muchos ven y porque antes que el nombre
para el alcalde hay que hacer la ley que regule ese nombramiento, y lo que es más importante, el criterio
para el gobierno de las ciudades. Luego, después, habrá tiempo y tendrá su tiempo, vendrá lo de nombre
de alcalde. Bastante tienen ahora los partidos con estudiar la reforma de la ley y enterarse de los
problemas de Madrid, que son muchos y muy distintos, vistos desde su realidad, a los que se enumeran de
oída o con desconocimiento de las actuales competencias de un Ayuntamiento y de las faltas de medios
económicos de los entes locales. No pongamos, por favor, los muebles antes de los cimientos de la casa.
Margarita JIMÉNEZ